La economía del Reino Unido está dando muestras de un fuerte repunte, ya que los últimos datos indican un crecimiento que ha superado las previsiones. Según la Oficina Nacional de Estadística, la economía creció un 0,4% en mayo, superando las predicciones de una encuesta de Reuters entre economistas. Este aumento duplica la tasa prevista y sugiere que la recesión experimentada el año pasado se está convirtiendo en un recuerdo lejano.
El crecimiento económico en los tres meses anteriores a mayo fue el más robusto registrado en más de dos años. Esta tendencia positiva ha llevado a revisar las expectativas sobre los resultados económicos del año, y algunos analistas contemplan ahora la posibilidad de que la tasa de crecimiento alcance el 1,5%.
A pesar de este repunte, el Reino Unido sigue afrontando retos, sobre todo a raíz de la pandemia de COVID-19, que dejó a la economía del país como la segunda más débil entre las naciones del G7, sólo por delante de Alemania. El crecimiento real de los ingresos ha sido lento desde la crisis financiera de 2007-2009, y el crecimiento actual no resuelve de inmediato las limitaciones a las que se enfrenta el Gobierno del Primer Ministro Keir Starmer, que se ha comprometido a no aumentar las principales formas de imposición fiscal, al tiempo que pretende atender las necesidades del tenso sistema sanitario y otros servicios públicos del país.
Starmer ha esbozado un plan para devolver al Reino Unido a la tasa de crecimiento del 2,5% de principios de la década de 2000, proponiendo reformas del sistema de planificación para impulsar la construcción de viviendas, inversiones en infraestructuras, apoyo a sectores estratégicos y esfuerzos para crear un entorno político estable y propicio a la inversión. Sin embargo, se espera que estas medidas tarden años en aplicarse plenamente.
Las previsiones a corto plazo, más halagüeñas que antes, hacían prever al último Gobierno conservador un crecimiento del 0,8% en 2024. Goldman Sachs (NYSE:GS) ha aumentado ligeramente su previsión de crecimiento para 2024, del 1,1% al 1,2%, tras los últimos datos. Los economistas sugieren que, aunque la economía podría ralentizarse en la segunda mitad de 2024, el ritmo de crecimiento debería seguir siendo razonable.
Se prevé que el Banco de Inglaterra empiece a reducir los tipos de interés en los próximos meses, lo que debería aliviar cierta presión financiera sobre los hogares a medida que la inflación vuelva a niveles normales. Sin embargo, se cree que la reciente recuperación económica es en gran medida un efecto a corto plazo, espoleado por la bajada de los precios de la energía, que previamente habían subido como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania.
Las perspectivas económicas a más largo plazo del Reino Unido estarán más claras cuando la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria publique su próxima evaluación del crecimiento. Este informe se publicará junto con la primera declaración presupuestaria de la nueva ministra de Hacienda, Rachel Reeves, prevista en torno a octubre o noviembre de 2024.
A pesar de los actuales indicadores positivos, la economía aún se enfrenta a varios retos, como las persistentes presiones inflacionistas, la escasez de mano de obra y la amenaza de una economía mundial más proteccionista. Estos factores podrían dar lugar a revisiones a la baja de las previsiones de crecimiento del OBR, limitando potencialmente la flexibilidad presupuestaria del Gobierno para las inversiones del sector público.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.