El economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Pierre-Olivier Gourinchas, destacó factores macroeconómicos como la falta de demanda interna de China como contribuyentes clave al aumento de las exportaciones y el superávit comercial del país. Contrariamente a la perspectiva estadounidense que atribuye el crecimiento de las exportaciones chinas a un exceso de capacidad industrial, Gourinchas subrayó en una entrevista al comienzo de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial que las fuerzas macroeconómicas, entre ellas la reducción del gasto de los consumidores en China, son los principales impulsores.
Según Gourinchas, las exportaciones chinas, que sostienen el crecimiento económico del país, no se ven influidas significativamente por sus políticas industriales. En cambio, el bajo consumo interno, exacerbado por una caída del mercado inmobiliario que ha erosionado la riqueza de los hogares, ha hecho que la producción se reoriente hacia la exportación. Esta situación contrasta con la de Estados Unidos, donde el fuerte gasto público y de los consumidores ha provocado un aumento de la demanda de importaciones, ampliando así el déficit comercial estadounidense.
Los funcionarios del FMI, en una reciente entrada de blog, reconocieron que, aunque las subvenciones de China tienen algunos efectos comerciales indirectos en sectores específicos, estos impactos son relativamente pequeños y no influyen demasiado en la balanza exterior global.
La secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, ha expresado su preocupación por los riesgos que entraña para el empleo manufacturero estadounidense el exceso de capacidad industrial china, especialmente en sectores como los vehículos eléctricos y los semiconductores, que el mes pasado se enfrentaron a importantes aumentos de los aranceles estadounidenses. Yellen ha señalado la intensa subvención dentro de China, que conduce a un importante exceso de capacidad y a la supervivencia de empresas no rentables.
Gourinchas señaló que, aunque las subvenciones chinas pueden distorsionar el comercio en determinados sectores, abordar estas distorsiones es competencia de la Organización Mundial del Comercio. Añadió que el FMI está intentando activamente cuantificar los efectos de las subvenciones industriales en China y economías similares, aunque los problemas de transparencia complican esta tarea.
Para mitigar los desequilibrios comerciales entre EE.UU. y China, Gourinchas sugirió que China debería reforzar su demanda interna, que absorbería la producción actualmente orientada a la exportación. Esta estrategia implicaría resolver los problemas del sector inmobiliario que están minando la confianza de los consumidores en China.
Además, aconsejó convencer a los hogares y las empresas chinas de que gasten más y ahorren menos, lo que podría facilitarse mediante el desarrollo de redes de seguridad social que cubran la asistencia sanitaria y la jubilación. En cuanto a Estados Unidos, Gourinchas recomendó un endurecimiento fiscal para frenar la excesiva demanda de importaciones chinas, y el FMI ha recomendado sistemáticamente a Washington que aumente los impuestos para gestionar su trayectoria de endeudamiento.
Reuters ha contribuido a este artículo.
Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.