El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aprobado la segunda revisión del programa de rescate de Sri Lanka por valor de 2.900 millones de dólares, según se ha anunciado hoy. Esta aprobación desbloquea aproximadamente 337 millones de dólares para el país, que atraviesa su peor crisis financiera en más de 70 años.
El gobierno de Sri Lanka y el FMI confirmaron la noticia, afirmando que la adhesión del país a las condiciones del programa ha sido encomiable y que hay indicadores de un giro económico. Sin embargo, el FMI advirtió que, a pesar de estos signos positivos, la economía de Sri Lanka sigue en una senda precaria hacia la sostenibilidad de la deuda.
La crisis financiera, que el año pasado hizo caer en picado las reservas de divisas del país hasta mínimos históricos, provocó una contracción del 2,3% de la economía. En un esfuerzo por estabilizar la situación, Sri Lanka incumplió el pago de su deuda por primera vez hace dos años y desde entonces trabaja para recuperarse. Parte del acuerdo de rescate incluye reformas encaminadas a convertir las empresas estatales en entidades rentables.
Ali Sabry, Ministro de Asuntos Exteriores de Sri Lanka, saludó la aprobación del FMI como reflejo del compromiso de la nación con la aplicación de reformas económicas y la garantía de un futuro mejor para sus ciudadanos. El FMI señaló que la economía sigue una trayectoria ascendente, con una inflación baja, una mejor recaudación de ingresos y un aumento de las reservas.
A pesar de estas mejoras, el país se enfrenta a importantes retos, como la reestructuración en curso de la deuda, la generación de ingresos, la acumulación de reservas y la capacidad del sector bancario para respaldar la recuperación económica. En respuesta a estos retos, Sri Lanka promulgó en abril una ley, apoyada por el FMI, para confiscar los ingresos procedentes de actividades delictivas.
Se espera que Sri Lanka experimente un crecimiento económico del 3% en 2024. Además, la semana pasada, el parlamento aprobó leyes para atraer inversiones en energías renovables y reducir las pérdidas del monopolio eléctrico estatal, como parte de los compromisos del programa del FMI.
El país también se prepara para las elecciones presidenciales que se celebrarán antes de mediados de octubre. Los partidos de la oposición han indicado que podrían reevaluar las políticas fiscales del actual gobierno y los objetivos del programa del FMI si llegan al poder.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.