El Gobierno italiano se dispone a ultimar su presupuesto para 2025 en una reunión del gabinete prevista para las 20.00 horas (1800 GMT) de hoy. El presupuesto pretende incorporar una serie de medidas de estímulo, entre ellas recortes del impuesto sobre la renta y reducción de las cotizaciones sociales para las rentas medias y bajas, que requieren encontrar unos 25.000 millones de euros (27.230 millones de dólares) de financiación.
Para apoyar estas medidas, la administración del Primer Ministro Giorgia Meloni prevé aumentar el déficit del próximo año hasta el 3,3% del producto interior bruto (PIB), frente al 2,9% estimado, mediante un empréstito adicional de 9.000 millones de euros. El resto de la financiación procederá de recortes del gasto o subidas de impuestos en otros ámbitos.
Un tema polémico dentro de la coalición gobernante es la propuesta del Tesoro de subir los impuestos a los bancos, que al parecer han obtenido importantes beneficios en los últimos años. El Gobierno mantiene conversaciones con el sector bancario sobre su contribución a las finanzas públicas. Esta propuesta, sin embargo, ha provocado fricciones entre los socios de la coalición, ya que el partido Forza Italia, del Ministro de Asuntos Exteriores Antonio Tajani, se opone a cualquier subida de impuestos.
El Ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, ha declarado que los sacrificios son necesarios por parte de quienes pueden permitírselos, lo que implica que una contribución del sector bancario es razonable. El debate sobre una tasa bancaria ha afectado a las acciones de los bancos debido a la falta de una dirección clara del Gobierno.
Otras medidas para aumentar los ingresos que se están estudiando son la revisión de la fiscalidad de las opciones sobre acciones de los directivos y la modificación de las normas aplicables a los activos fiscales diferidos (DTA) de los bancos. El Gobierno también contempla un aumento de los impuestos especiales sobre el gasóleo y la posible eliminación de ciertas exenciones fiscales vinculadas al principal impuesto de sociedades, el IRES.
Italia, que está sometida a un procedimiento disciplinario de la UE por su elevado déficit presupuestario del 7,2% del PIB el año pasado, se ha comprometido a reducir el déficit al 2,8% del PIB para 2026. Esta reducción forma parte del plan para salir del "procedimiento de déficit excesivo" en 2027. Sin embargo, se prevé que la deuda pública italiana aumente en los próximos dos años, hasta alcanzar el 137,8% del PIB en 2026, frente al 134,8% del año pasado.
Las normas fiscales revisadas de la UE exigen una reducción constante del déficit y la deuda a partir de 2025 en un plazo de cuatro a siete años. Para obtener la aprobación de la UE para un periodo de ajuste presupuestario de siete años, Italia se ha comprometido a llevar a cabo reformas, incluida la mejora de la eficiencia de su sistema tributario.
Giorgetti también ha sugerido actualizar las estimaciones del valor de la vivienda del Estado, que actualmente están desfasadas y dan lugar a exenciones fiscales indebidas. Esta sugerencia, al igual que la tasa bancaria, ha sido criticada por los aliados de la coalición.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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