Mientras Estados Unidos se prepara para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, los inversores están experimentando una mayor volatilidad en el mercado de renta fija, y los precios del oro se han disparado hasta alcanzar máximos históricos. Este comportamiento del mercado refleja una mezcla de sólidos datos económicos estadounidenses, expectativas políticas comerciales y una atención centrada en las perspectivas fiscales, lo que ha provocado que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años alcancen máximos de tres meses.
A pesar de la venta generalizada de gilts y bonos soberanos europeos el lunes, los rendimientos estadounidenses han superado a sus homólogos mundiales, sobre todo después de que los sólidos datos de empleo de EE.UU. disminuyeran la confianza de los operadores en posibles recortes de tipos de la Reserva Federal. Desde el sorprendente aumento de la contratación en EE.UU. registrado a principios de mes, los gilts y los bunds han sufrido menos presión vendedora que los bonos del Tesoro. En consecuencia, el diferencial entre los bonos del Tesoro estadounidense y los bunds alemanes se ha ampliado hasta alcanzar su mayor nivel desde julio, y la diferencia entre los bonos del Tesoro estadounidense y los gilts británicos se tornó positiva la semana pasada.
Goldman Sachs prevé que la fortaleza de la economía estadounidense, unida a un Banco Central Europeo pesimista, amplíe aún más estos diferenciales. La entidad financiera ha fijado un objetivo de 205 puntos básicos para la diferencia entre los bunds y los bonos del Tesoro, señalando que las elecciones y los fundamentos económicos son puntos clave de atención.
El mercado está a la espera del informe sobre el empleo en Estados Unidos, previsto para el 1 de noviembre, y hay pocas publicaciones económicas programadas antes de las elecciones. Los inversores están empezando a tomar posiciones defensivas en previsión del resultado de las elecciones. Las políticas del candidato republicano Donald Trump, que incluyen cambios en los impuestos, los aranceles y la inmigración, se perciben como potencialmente inflacionistas y, por tanto, negativas para los bonos. Del mismo modo, se espera que la candidata demócrata Kamala Harris realice un gasto significativo.
Los informes de resultados de las empresas también están atrayendo la atención de los inversores, que buscan información sobre la situación económica. En Europa, la empresa de contratación Randstad y la compañía aeroespacial y de defensa Saab presentarán sus resultados el martes. En Estados Unidos, varias grandes empresas, como Texas Instruments (NASDAQ:TXN), 3M (NYSE:MMM), General Motors (NYSE:NYSE:GM), Freeport-McMoRan (NYSE:FCX), Lockheed Martin (NYSE:NYSE:LMT), General Electric (NYSE:NYSE:GE) y Verizon (NYSE:NYSE:VZ), anunciarán sus resultados financieros.
Mientras tanto, la negociación en Asia fue relativamente tranquila, con la mayoría de los mercados a la baja. En noticias geopolíticas, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visitará Israel el martes como parte de una gira por Oriente Medio para impulsar las conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza. Sin embargo, los precios del petróleo subieron el lunes, ya que la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, no ha propiciado los avances previstos en las conversaciones de paz.
Los inversores también están pendientes de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otros informes de resultados de empresas como Philip Morris (NYSE:NYSE:PM) y Kimberly-Clark (NYSE:NYSE:KMB).
Reuters colaboró en la elaboración de este artículo.
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