El Senado argentino aprobó el jueves un proyecto de ley de reforma de las pensiones que alinea los aumentos de las pensiones con las tasas de inflación. Este avance supone un desafío a las estrictas políticas fiscales del presidente Javier Milei, destinadas a controlar la inflación de tres dígitos del país.
La ley recibió un fuerte respaldo en el Senado, con 61 votos a favor y sólo ocho en contra. Introduce una nueva fórmula para los ajustes de las pensiones, que podría tener implicaciones para el presupuesto del Gobierno.
El Presidente Milei, que asumió el cargo en diciembre, se ha comprometido a aplicar medidas austeras para combatir la inflación galopante que afecta a Argentina. A pesar de estos esfuerzos, los índices de pobreza se han disparado, afectando a la mitad de la población.
Milei ha indicado la posibilidad de vetar la reforma de las pensiones, pero el amplio margen de aprobación sugiere que cualquier intento de revocar el proyecto de ley podría desencadenar una reacción social. Las medidas de austeridad del presidente han sido una de las piedras angulares de su gobierno, pero la nueva reforma de las pensiones supone una reacción de los legisladores, preocupados por las dificultades económicas que sufren los argentinos, especialmente los ancianos.
La senadora Juliana Di Tullio, miembro del partido peronista de centro-izquierda, apoyó el ajuste de las pensiones, destacando las terribles estadísticas de pobreza del país. Señaló que el 55,5% de los argentinos viven en la pobreza, y el 17,5% en la pobreza extrema, entre ellos muchos ancianos.
Esta medida legislativa se produce después de que la semana pasada el Congreso rechazara un decreto presidencial que habría aumentado el presupuesto de inteligencia. Los legisladores argumentaron que los fondos deberían asignarse a necesidades sociales más urgentes.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.