China registró en junio un aumento de las exportaciones del 8,6% respecto al año anterior, mientras que las importaciones experimentaron un inesperado descenso del 2,3%, según los últimos datos aduaneros publicados el viernes. Estos resultados han superado las expectativas de una encuesta realizada por Reuters entre economistas, que preveían un crecimiento de las exportaciones del 8,0% y de las importaciones del 2,8%. El mes anterior, las exportaciones y las importaciones habían crecido un 7,6% y un 1,8%, respectivamente.
El aumento de las exportaciones es un dato positivo poco frecuente para la economía china, que ha estado buscando formas de revitalizar la demanda interna tras la pandemia. A pesar de los esfuerzos del gobierno, la prolongada caída del mercado inmobiliario y la preocupación por el empleo y los ingresos siguen mermando la confianza de los consumidores.
El superávit comercial de China aumentó a 99.050 millones de dólares en junio, superando la previsión de 85.000 millones y la cifra de mayo de 82.620 millones. Estados Unidos ha señalado este creciente superávit como indicativo de un comercio desequilibrado que beneficia a China.
Recientemente, Estados Unidos aumentó en mayo los aranceles sobre diversas importaciones chinas, y los impuestos sobre los vehículos eléctricos chinos se elevaron al 100%. La Unión Europea hizo lo propio la semana pasada, confirmando los aranceles sobre los VE chinos, aunque a un tipo inferior del 37,6%.
Los exportadores chinos desconfían de posibles nuevas barreras comerciales a medida que se acercan las elecciones estadounidenses de noviembre, en las que ambos partidos podrían introducir nuevas restricciones comerciales. Además, Turquía ha anunciado un arancel del 40% sobre los VE fabricados en China, y Canadá contempla medidas similares.
Otros países también están tomando medidas para proteger sus mercados de las importaciones chinas. Indonesia está estudiando imponer aranceles de hasta el 200% a los textiles, procedentes en su mayoría de China. India vigila de cerca el acero chino de bajo coste, y las negociaciones con Arabia Saudí sobre un acuerdo de libre comercio se han estancado por motivos de dumping.
En medio de estos retos comerciales internacionales, se espera que China aplique medidas políticas más favorables a corto plazo. El gobierno se ha comprometido a impulsar el estímulo fiscal, lo que se prevé que estimule el consumo interno.
La atención se centra ahora en el Tercer Pleno, previsto del 15 al 18 de julio, una importante reunión de los altos cargos del Partido Comunista de China que se celebra cada cinco años. Economistas e inversores siguen de cerca este acontecimiento, que podría aportar más información sobre las estrategias económicas de China.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.