En medio de la preocupación por la creciente deuda pública de Estados Unidos, el Tesoro estadounidense está gestionando activamente su emisión de deuda, centrándose en las letras a corto plazo. Esta semana se subastarán más de medio billón de dólares en letras y bonos, de los cuales una parte significativa corresponde a letras con vencimiento igual o inferior a 12 meses.
La estrategia puede mitigar los posibles problemas del servicio de la deuda, ya que se espera que estos valores a corto plazo se renueven a tipos más bajos si los tipos de interés bajan como se prevé.
El planteamiento del Tesoro responde a varios factores que han hecho saltar las alarmas entre economistas e inversores. Torsten Slok, economista jefe de Apollo Global Management (NYSE: APO), destacó que 9 billones de dólares de deuda pública vencen en el próximo año, y los costes del servicio de la deuda han alcanzado el 12% de los desembolsos públicos.
Además, EE.UU. se enfrenta a déficits previstos que superarán el billón de dólares anuales durante la próxima década, y se espera que el ratio deuda/PIB se duplique a mediados del siglo XXI.
A pesar de estas preocupaciones, el método del Tesoro de adelantar el perfil de vencimientos de su emisión de deuda podría ayudar a evitar una crisis de deuda a corto plazo. En la actualidad, el vencimiento medio ponderado de la deuda negociable se aproxima a los seis años, y las letras a corto plazo representan el 22% del total, lo que supone un aumento significativo con respecto a la horquilla del 10%-15% observada antes de la pandemia.
Los analistas de CrossBorder Capital han sugerido que la política de gestión activa de la duración (ADM) del Tesoro está suprimiendo intencionadamente los rendimientos para gestionar los costes de financiación. Señalan que existe una brecha de rendimiento significativa entre la nota del Tesoro a 10 años y los bonos hipotecarios estadounidenses de mayor rendimiento, atribuyendo esta diferencia a la política de ADM.
Aunque esta estrategia puede ofrecer un alivio a corto plazo de los costes del servicio de la deuda, existen posibles inconvenientes. Una dependencia excesiva de las letras a corto plazo podría aumentar el riesgo de refinanciación, y cualquier perturbación, como las disputas sobre el techo de la deuda, podría afectar desproporcionadamente al mercado de letras. Además, los bajos rendimientos a 10 años han dado lugar a una curva de rendimientos invertida durante más de dos años, lo que pone en duda su fiabilidad como predictor económico.
Las maniobras del Tesoro también plantean el riesgo de complacencia a la hora de abordar la política fiscal a largo plazo, ya que la ausencia de turbulencias inmediatas en los mercados podría reducir la urgencia de una acción política para frenar el déficit y el crecimiento de la deuda.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.