Se espera que el Banco de Japón (BOJ) retrase nuevas subidas de los tipos de interés tras el anuncio de dimisión del primer ministro Fumio Kishida el miércoles.
Kishida, que no se presentará a la reelección en la carrera por el liderazgo de su partido en septiembre, había sido partidario de que el Banco de Japón abandonara los tipos de interés ultrabajos, y manifestó su apoyo pocos días antes de la subida de tipos de julio.
El vacío político dejado por la marcha de Kishida añade una capa de incertidumbre a la política económica de Japón y complica la estrategia del BOJ para salir de sus prolongadas condiciones monetarias fáciles.
Los principales candidatos a suceder a Kishida han apoyado en gran medida una subida gradual de los actuales tipos ultrabajos de Japón, y Shigeru Ishiba, uno de los favoritos para liderar el PLD, confirmó a Reuters que el BOJ está "en el buen camino" con sus subidas graduales de tipos.
A pesar de los cambios políticos, los analistas prevén que el BOJ continúe su camino hacia la normalización de la política monetaria, aunque a un ritmo más lento. Esta opinión se ve respaldada por una reciente encuesta del Centro de Investigación Económica de Japón, que indicaba que muchos economistas esperan otra subida de tipos para finales de año.
El BOJ, que actúa con independencia a la hora de fijar la política monetaria, se ha enfrentado históricamente a presiones políticas para que utilice sus herramientas para estimular la economía. Sin embargo, la actual debilidad del yen, que ha incrementado el coste de la vida, parece estar llevando a muchos políticos a mostrarse de acuerdo con la necesidad de una subida gradual de los tipos.
El gobernador Kazuo Ueda, nombrado por Kishida el año pasado, ha expresado la necesidad de nuevos ajustes de los tipos, que se consideran retoques necesarios más que un cambio a un ciclo de endurecimiento. Sin embargo, la próxima carrera por el liderazgo del PLD y las elecciones presidenciales de EE.UU. pueden influir en la volatilidad de los mercados, llevando al BOJ a pausar sus planes de subida de tipos al menos hasta diciembre.
La próxima reunión de política monetaria del banco central está prevista para los días 19 y 20 de septiembre, con otra revisión los días 30 y 31 de octubre. Los resultados de estas reuniones, así como la postura del nuevo primer ministro, que no podrá ser confirmado por el parlamento hasta noviembre, serán fundamentales para configurar las futuras decisiones del BOJ en materia de tipos.
El gobernador Ueda, que carece de amplios contactos políticos, podría tener dificultades para alinearse con la nueva administración. Además, si la tendencia a la baja del yen se invierte, el apoyo político a las subidas de tipos podría flaquear, como señala Naomi Muguruma, estratega jefe de bonos de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities. El Banco de Japón tuvo que retractarse de su postura de línea dura después de que la subida del yen tras la subida de tipos de julio provocara una caída del mercado de valores.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.