En una reciente evaluación de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), Goldman Sachs ofrece una visión de las futuras decisiones del banco central en materia de tipos de interés. El análisis se produce tras la decisión del BCE de aplicar recortes consecutivos de tipos de 25 puntos básicos en el cuarto trimestre y un cambio hacia un enfoque más prospectivo en la fijación de la política monetaria.
El banco de inversión actualizó y amplió su modelo, que se basa en tres criterios de política monetaria: las perspectivas de inflación, la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria.
Este modelo, que utiliza datos desde el segundo trimestre de 2003, sugiere que durante el ciclo de subidas de tipos y la fase inicial de recorte de tipos, el Consejo de Gobierno del BCE dio más importancia a la inflación subyacente que a las previsiones de inflación de los expertos.
Sin embargo, se observó un cambio de política en el cuarto trimestre de 2024, en consonancia con una disminución de los errores en las previsiones de inflación de los expertos. Este cambio en la función de reacción del BCE se correlacionó con la decisión del Consejo de Gobierno de intensificar los recortes secuenciales de los tipos y está en consonancia con los recientes comentarios de la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Las conclusiones de Goldman Sachs indican que la elevada dependencia de los datos de inflación subyacente influyó significativamente en las decisiones del BCE de subir y luego bajar los tipos. De cara al futuro, el banco prevé un impacto limitado en la trayectoria futura de los tipos debido a que (a) las medidas de inflación subyacente se acercan a la marca del 2% y (b) las proyecciones prevén que la inflación se establezca ligeramente por debajo del 2%.
No obstante, la vuelta a un enfoque prospectivo permitiría al BCE reaccionar más rápidamente ante las perturbaciones económicas.
Suponiendo que el BCE vuelva a los promedios anteriores a la pandemia a la hora de ponderar los criterios de política, el modelo de Goldman Sachs anticipa la continuación de los recortes secuenciales de tipos de 25 puntos básicos, en consonancia con sus previsiones.
El análisis concluye que, sin un deterioro notable de las perspectivas de crecimiento o una reducción sustancial de las previsiones de inflación, el actual reequilibrio de la política del BCE no justificaría por sí solo una aceleración de los recortes de tipos hasta los 50 puntos básicos.
Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.