BEIRUT/JERUSALÉN - Israel ha intensificado sus ataques aéreos en todo el Líbano, incluidos los suburbios del sur de Beirut y el valle de la Bekaa, en medio de las hostilidades en curso que se han intensificado considerablemente desde el gran atentado del pasado viernes. Los suburbios del sur de la capital libanesa, bastión de Hezbolá, fueron intensamente bombardeados, lo que provocó el desplazamiento de miles de personas y un creciente número de muertos.
El ejército israelí confirmó haber atacado objetivos de Hezbolá en el valle de la Bekaa, cerca de la frontera con Siria, y continuó sus operaciones a primera hora de hoy, tras las importantes incursiones del viernes. Estos ataques forman parte de un conflicto paralelo a la guerra de Gaza desde hace casi un año.
El estado del líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, ha sido objeto de especulación desde los ataques del viernes, que, según se informó, iban dirigidos contra la cúpula de Hezbolá. Aunque Hezbolá aún no ha hecho comentarios sobre el estado de Nasralá, una fuente cercana al grupo indicó que no se podía contactar con él. Informes contradictorios de una fuente cercana a Hezbolá y de la agencia de noticias iraní Tasnim han afirmado que Nasralá está vivo, y altos funcionarios iraníes también intentan verificar su estado.
En un hecho significativo, el ejército israelí declaró que había eliminado a Muhammad Ali Ismail, comandante de la unidad de misiles de Hezbolá, y a su adjunto, Hossein Ahmed Ismail.
La violencia no se ha limitado a Beirut, pues los ataques aéreos también han golpeado otras regiones, entre ellas la ciudad montañosa de Bhamdoun. El alcalde de Bhamdoun confirmó el ataque, pero señaló que no había causado víctimas.
Las autoridades sanitarias libanesas informaron de seis víctimas mortales y 91 heridos en el ataque inicial del viernes, y el número total de víctimas mortales de los ataques de la semana pasada superó las 700 personas. Se calcula que el número de desplazados en Líbano esta semana ronda los 100.000, que se suman a la ya considerable cifra de más de 200.000 personas desarraigadas en el país.
El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, antes de acortar su viaje a Nueva York, se dirigió a las Naciones Unidas, afirmando el derecho de Israel a defenderse y continuar su campaña contra Hezbolá.
Hezbolá ha respondido a las acciones israelíes con disparos de cohetes y misiles, incluido un ataque contra la ciudad de Safed, en el norte de Israel, el viernes, que causó heridas leves a una mujer.
Los sistemas de defensa antiaérea israelíes han minimizado los daños de estos ataques. En medio del conflicto, Irán ha acusado a Israel de utilizar bombas "rompebúnkeres" de fabricación estadounidense y ha afirmado que el ataque del viernes cruzó "líneas rojas".
La escalada ha provocado la preocupación internacional, y Francia y Estados Unidos han propuesto esta semana en la Asamblea General de las Naciones Unidas un alto el fuego de 21 días. El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, insistió en la necesidad de la diplomacia por encima del conflicto y expresó su compromiso de trabajar con todas las partes para desescalar la situación.
El actual conflicto entre Hezbolá e Israel estalló inmediatamente después de un ataque a Israel perpetrado por Hamás en Gaza el 7 de octubre del año pasado, que supuso la continuación de un conflicto que dura décadas.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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