La ministra de Economía británica, Rachel Reeves, se ha mostrado dispuesta a conceder aumentos salariales que podrían superar las tasas de inflación actuales a casi 2 millones de empleados del sector público, en un esfuerzo por evitar amplias huelgas en el sector público. La medida se produce cuando dos órganos consultivos de revisión salarial han recomendado un aumento salarial del 5,5% para 460.000 profesores y 1,4 millones de funcionarios del Servicio Nacional de Salud.
Reeves, reconociendo el valor de los trabajadores de los servicios públicos, expresó su preocupación por los costes asociados a las prolongadas disputas con los sindicatos y las dificultades para contratar nuevo personal. El Partido Laborista, que obtuvo una mayoría significativa en las elecciones generales celebradas a principios de este mes, ha prometido una década de "renovación nacional" sin subir los tipos del impuesto sobre la renta, el impuesto de sociedades o el impuesto sobre el valor añadido.
El Instituto de Estudios Fiscales calcula que la aplicación de las subidas salariales recomendadas podría costar unos 3.000 millones de libras (3.880 millones de dólares), ya que la tasa de inflación británica ronda actualmente el 2%. Reeves, la primera ministra de Economía del país, aseguró que el Gobierno garantizará el cumplimiento de las responsabilidades financieras si se aprueban estos aumentos salariales.
Para financiar las subidas propuestas, el Gobierno deberá plantearse subir los impuestos, aumentar el endeudamiento o reducir el gasto en otros ámbitos, según el IFS. Reeves tiene previsto esbozar su estrategia para los acuerdos salariales del sector público y anunciar la fecha del próximo presupuesto a finales de este mes.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.