Las cinco mayores economías de la Unión Europea dedican anualmente la importante suma de 42.000 millones de euros (45.600 millones de dólares) a subvencionar coches de empresa propulsados por combustibles fósiles. Esta conclusión forma parte de un estudio encargado por el grupo ecologista Transport & Environment (T&E) y realizado por Environmental Resources Management (ERM). El informe, publicado el lunes, pone de relieve el importante apoyo que reciben estos vehículos, a pesar de la creciente necesidad de alternativas de transporte más ecológicas.
Italia se sitúa a la cabeza, con 16.000 millones de euros en subvenciones, seguida de cerca por Alemania, con 13.700 millones. Francia y Polonia también contribuyen con 6.400 y 6.100 millones de euros, respectivamente. Estos coches de empresa, a menudo ofrecidos como prestaciones laborales, representan alrededor del 60% de las ventas de coches nuevos en Europa. Las subvenciones abarcan diversas prestaciones, como reducciones fiscales y bonificaciones en el coste del combustible.
El estudio también descubrió que 15.000 millones de euros del total de subvenciones se destinan a vehículos utilitarios deportivos (SUV). De media, los conductores de coches de empresa disfrutan de un beneficio fiscal anual de 6.800 euros, que puede dispararse hasta los 21.600 euros en el caso de los modelos más grandes y contaminantes.
El director de flotas de T&E criticó el actual modelo de subvenciones: "Es completamente ilógico y totalmente inaceptable que sigamos destinando miles de millones del dinero de los contribuyentes a una tecnología que es totalmente contradictoria con la agenda de transición ecológica de la Comisión Europea".
La publicación del informe coincide con un descenso de las ventas de vehículos eléctricos (VE) en Europa, atribuido a sus costes más elevados en comparación con sus homólogos de combustibles fósiles, lo que los hace menos accesibles para muchos consumidores. En agosto, las ventas de coches totalmente eléctricos en la UE se desplomaron un 43,9%, con Alemania y Francia, dos de los mayores mercados de VE, experimentando descensos del 68,8% y el 33,1% respectivamente.
El estudio también señala que los incentivos financieros para que los conductores se pasen al VE sólo se ofrecen actualmente en el Reino Unido, antiguo miembro de la UE.
Estos resultados llegan en un momento en que la UE se debate sobre la transición hacia un transporte más sostenible. El 17 de septiembre, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, envió una carta al nuevo responsable de la política climática de la UE, Wopke Hoekstra, en la que subrayaba la necesidad de proponer métodos para eliminar progresivamente las subvenciones a los combustibles fósiles, lo que consideraba una prioridad en la agenda climática de la Unión.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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