La anticipación de recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal está proporcionando optimismo a los inversores en renta variable estadounidense, mientras se preparan para los posibles retos que plantearán los próximos informes de beneficios empresariales y los acontecimientos políticos. Las recientes declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ante el Congreso indicaron que la economía estadounidense no se está recalentando, lo que sugiere un argumento más sólido para que la Fed aplique una política monetaria más laxa.
Los inversores están valorando una alta probabilidad de un recorte de tipos en septiembre, con unas expectativas que han aumentado del 50% hace un mes a más del 70% tras el testimonio de Powell. Los futuros de los fondos también anticipan unos 50 puntos básicos de relajación a lo largo de 2024.
El director de inversiones de BMO Wealth Management cree que el apoyo de la Fed a través de recortes de tipos es una señal positiva tanto para los mercados como para la economía, con una expectativa de aproximadamente seis recortes de tipos durante el próximo año.
Los próximos datos sobre los precios al consumo en EE.UU. para junio, que se publicarán el jueves, serán un indicador temprano de las tendencias de la inflación y podrían influir en el calendario y el alcance de la relajación monetaria de la Fed. Una tasa de inflación superior a la prevista podría cuestionar la necesidad de recortes inmediatos de los tipos.
La temporada de resultados empresariales comienza el viernes con los informes de los principales bancos. Los analistas del mercado están muy atentos, ya que se prevé que las empresas del S&P 500 registren un crecimiento de los beneficios del 10,6% este año y del 14,5% en 2025. También se ciernen incertidumbres políticas con las elecciones presidenciales estadounidenses en el horizonte, tras las recientes actuaciones en el debate del presidente Joe Biden y el ex presidente Donald Trump.
Truist Advisory Services espera que el mercado bursátil experimente una mayor volatilidad tras un primer semestre sólido, pero mantiene una actitud positiva respecto a las acciones estadounidenses. Los patrones históricos sugieren que las acciones suelen subir tras el primer recorte de tipos de la Fed, suponiendo que la economía evite una recesión.
La bajada de los tipos de interés podría beneficiar a una gama más amplia de empresas, en particular a las de pequeña capitalización, que han tenido un rendimiento inferior al de sus homólogas de mayor tamaño. Por ejemplo, el Russell 2000, centrado en las empresas de pequeña capitalización, sólo ha subido marginalmente en lo que va de año.
John Hancock Investment Management señala que las empresas más pequeñas, que dependen más de la financiación, podrían beneficiarse de la reducción de los costes de endeudamiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los recortes de tipos también pueden ser una respuesta a las recesiones económicas, y en ciclos anteriores se han producido importantes caídas del mercado tras los recortes iniciales de tipos.
Las investigaciones del Wells Fargo Investment Institute sugieren que si los recortes de tipos se producen en respuesta a la disminución de la inflación, el rendimiento de las acciones podría ser favorable en los próximos seis a 18 meses. Por el contrario, los recortes agresivos de los tipos como reacción a perturbaciones importantes de la economía o del mercado podrían dar lugar a un peor comportamiento de las acciones.
Reuters ha colaborado en la elaboración de este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.