En Rusia, las empresas industriales y los grupos de presión empresariales expresan su preocupación por los elevados tipos de interés fijados por el Banco de Rusia, que, según afirman, están obstaculizando nuevas inversiones cruciales y el desarrollo de infraestructuras.
Se prevé que el banco central aumente el viernes su tipo de interés básico en al menos 100 puntos básicos, hasta el 20%, en un esfuerzo por hacer frente a la persistente inflación y a las presiones económicas exacerbadas por el gasto militar y el conflicto de Ucrania.
Alexey Mordashov, máximo accionista de la siderúrgica Severstal, manifestó a principios de octubre que, aunque controlar la inflación es necesario, la subida de los tipos de interés podría ser más perjudicial que la propia inflación.
Advirtió de que las empresas están optando por mantener sus fondos en cuentas de depósito con tipos altos en lugar de financiar nuevos proyectos de inversión, lo que podría frenar el crecimiento económico.
A pesar del repunte del crecimiento económico, con un aumento del PIB ruso del 3,6% el año pasado y una previsión de crecimiento del 3,9% este año tras una contracción del 1,2% en 2022, los elevados tipos de interés se consideran un obstáculo para una mayor expansión industrial.
Sergei Chemezov, director del conglomerado industrial estatal Rostec, destacó que los sectores de alta tecnología son cruciales para el desarrollo, pero las políticas del banco central están limitando su crecimiento.
Alexandra Panina, Presidenta del Consejo de Productores de Energía de Rusia, señaló que el elevado tipo de interés de referencia está aumentando el coste de los proyectos de inversión, lo que podría traducirse en una subida de los precios de la electricidad en Rusia.
El país pretende instalar más de 90 gigavatios de nueva capacidad eléctrica de aquí a 2042, lo que se calcula que costará unos 40 billones de rublos (414.000 millones de dólares).
Los recientes cortes de electricidad en las regiones meridionales durante el verano, debidos al calor y a un accidente en la central nuclear de Rostov, han puesto de relieve la urgencia de modernizar la infraestructura eléctrica.
Alexei Ilchuk, jefe del grupo analítico del Ministerio de Energía sobre el sector eléctrico, declaró que si los tipos de interés se mantienen altos, los costes del crédito podrían superar el 50% de los costes finales de la electricidad, lo que supondría un obstáculo importante para el desarrollo de la industria.
Los sectores de la construcción, la energía y el acero ya están notando el impacto de los tipos altos. MMK, un fabricante de acero, citó los altos tipos de interés como factor que contribuyó a un descenso del 18,7% en las ventas intertrimestrales.
Además, algunos concursos de construcción de centrales eléctricas han fracasado, y siete empresas se plantean abandonar 17 proyectos con una capacidad de 2,13 gigavatios.
Para las pequeñas y medianas empresas (PYME), la situación también es calamitosa. Alexander Kalinin, director del grupo de presión de las PYME Opora Rossii, prevé que los tipos de interés de los préstamos para las PYME alcancen el 30% el año que viene, lo que probablemente reducirá las inversiones y frenará el crecimiento económico.
Los comerciantes de petróleo rusos han experimentado un aumento de los costes de financiación del comercio, lo que ha llevado a algunas empresas comerciales a abandonar el mercado debido a los escasos beneficios que obtienen tras cubrir los costes del petróleo, el transporte y los préstamos.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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