Las negociaciones entre Ucrania y sus tenedores de bonos internacionales se estancaron el lunes, haciendo surgir el espectro de un posible impago soberano de 23.000 millones de dólares a finales de verano. El Ministro de Finanzas ucraniano, Serhiy Marchenko, anunció que, a pesar del estancamiento, las conversaciones continuarían e incluirían a un grupo más amplio de acreedores. Anteriormente, las conversaciones se limitaban a un grupo selecto de grandes inversores, incluidos fondos de pensiones y de inversión no revelados.
En medio del actual conflicto con Rusia, que comenzó en febrero de 2022, el gobierno ucraniano se enfrenta a un plazo apremiante. Una pausa de dos años en el pago de la deuda, acordada al principio del conflicto, expira a principios de agosto. Esto podría llevar a Kiev a otro escenario de impago, a menos que se encuentre una solución.
Se espera que el Fondo Monetario Internacional (FMI) publique en las próximas semanas nuevas previsiones económicas para Ucrania. Estas proyecciones forman parte de la cuarta revisión de un programa de apoyo de 15.600 millones de dólares establecido para Ucrania el año pasado. Dados los importantes daños causados por las acciones militares rusas, entre ellos el ataque a la segunda ciudad más grande de Ucrania, Kharkiv, y la destrucción de la mitad de la capacidad de generación de energía del país, estas nuevas estimaciones pueden dibujar un panorama económico más sombrío.
Al mismo tiempo, el Grupo de los Siete (G7) países ricos se ha comprometido a conceder a Ucrania préstamos por valor de 50.000 millones de dólares, procedentes de los activos rusos congelados. Esta ayuda financiera está destinada a apoyar el rearme militar y la reconstrucción económica, aunque es probable que tenga un impacto más significativo a largo plazo.
La propuesta inicial de Ucrania, que pretendía una reducción de hasta el 60% del valor de sus bonos, fue rechazada por los acreedores, que contraatacaron con una sugerencia de recortes de algo más del 22%. El Gobierno también ha planteado otros escenarios posibles, como una "estructura de base modificada" que ofrezca condiciones potencialmente más favorables, aunque no se han propuesto formalmente.
De persistir el punto muerto, Ucrania se enfrenta a un futuro difícil, con la posibilidad de impago en agosto, a menos que reanude los pagos de la deuda o consiga una prórroga de la actual moratoria de la deuda. El apoyo continuo del FMI podría peligrar si los niveles de deuda de Ucrania se consideran insostenibles, lo que supondría una presión adicional sobre la estabilidad financiera del país.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.