En el Reino Unido, el efectivo sólo se utilizó en el 12% de las transacciones realizadas el año pasado, lo que supone un descenso histórico de su uso. A pesar de este importante descenso, ha aumentado el número de personas que recurren principalmente al efectivo para sus compras cotidianas.
La tendencia a abandonar el efectivo ha sido evidente durante la última década, con una notable aceleración durante la pandemia del COVID-19, que promovió la adopción de los pagos sin contacto. Además, el coste para los pequeños comercios de aceptar pagos con tarjeta ha disminuido, reduciendo aún más el papel del efectivo en las transacciones diarias.
Según el último informe anual sobre pagos de UK Finance, el 39% de los adultos británicos, unos 22,1 millones de personas, utilizaron el efectivo una vez al mes o incluso menos en el último año. Jana Mackintosh, directora general de pagos de UK Finance, subrayó que el Reino Unido no está en vías de convertirse en una sociedad sin efectivo. Según sus previsiones, en 2033 el efectivo seguirá representando el 6% de las transacciones.
El efectivo, que era el principal método de pago en más de la mitad de las transacciones hace una década, ha sido superado por las tarjetas de débito, que representaron el 51% de las transacciones el año pasado. El uso de tarjetas de crédito se ha mantenido relativamente estable, representando alrededor del 10% de las transacciones.
Comparativamente, en Estados Unidos, el efectivo constituyó el 16% de los pagos el año pasado, un descenso respecto al 31% de 2016. En la zona del euro, según el Banco Central Europeo, el efectivo seguía siendo el método elegido para el 59 % de las transacciones en persona en 2022.
El Reino Unido también ha experimentado un auge de los métodos de pago sin contacto, ya que el 60 % de los pagos con tarjeta se realizan sin contacto y el 42 % de los adultos británicos están registrados para pagos sin contacto a través del teléfono móvil, como Apple Pay o Google Pay, lo que supone un aumento significativo con respecto al 30 % de 2022.
Además, los datos de UK Finance revelan que 1,5 millones de adultos, que representan el 2,6% de la población, utilizan principalmente el efectivo para sus gastos diarios, aunque tienden a utilizar los pagos electrónicos para las facturas mensuales. Esta cifra ha aumentado considerablemente desde los 0,9 millones de 2022 y es la más alta desde 2019.
El informe sugiere que quienes prefieren el efectivo suelen pertenecer a los segmentos más pobres de la población y lo utilizan como herramienta presupuestaria. Sin embargo, debido al pequeño tamaño de la muestra, UK Finance advierte que no se deben sacar conclusiones generales de estos datos ni confirmar si este repunte en el uso de efectivo es una variación temporal o parte de una tendencia a más largo plazo.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.