Las ventas minoristas australianas no crecieron en julio, lo que supone un cambio de tendencia respecto a los dos meses anteriores. La Oficina Australiana de Estadística (ABS) informó de que las ventas al por menor se mantuvieron estables en términos intermensuales, lo que supone una ralentización respecto al aumento del 0,5% registrado en junio y no llega al 0,3% previsto.
En términos interanuales, las ventas avanzaron un 2,3%, desacelerándose respecto al crecimiento del 2,9% del mes anterior. Esta subida fue modesta en comparación con la tasa de crecimiento demográfico del país, de aproximadamente el 2,6%. Los datos sugieren que los recortes fiscales a gran escala, que se esperaba estimularan el gasto de los consumidores, aún no han tenido el efecto deseado.
Especialmente afectadas se vieron las ventas en tiendas de ropa y grandes almacenes, que disminuyeron un 0,6% y un 0,5%, respectivamente, de un mes a otro en julio. Además, los cafés, restaurantes y servicios de comida para llevar experimentaron un descenso del 0,2%, lo que indica una tendencia a la frugalidad entre los consumidores.
El comercio minorista de alimentación fue la única categoría que experimentó un repunte, con un aumento del 0,2%. En particular, los supermercados australianos Coles y Woolworths registraron beneficios satisfactorios a pesar de la desaceleración general del comercio minorista.
Abhijit Surya, economista de Capital Economics, señaló la falta de impulso en el gasto de los consumidores a principios del trimestre, lo que sugiere que los hogares australianos se muestran cautos a la hora de gastar sus ingresos adicionales procedentes de los recortes fiscales.
El estancamiento de las ventas minoristas coincide con las agresivas subidas de los tipos de interés por parte del RBA, que suman 425 puntos básicos desde mayo de 2022, lo que sitúa el tipo en el 4,35% en un esfuerzo por controlar la inflación. En julio, la inflación se situó en el 3,5%, superando el rango objetivo del banco central del 2-3%.
A pesar de los débiles datos de consumo, los responsables políticos se han mostrado reticentes a aplicar un recorte de tipos a corto plazo, optimistas ante la posibilidad de que el consumo repunte a medida que aumenten los ingresos reales gracias a los recortes fiscales del Gobierno, que proporcionan a los asalariados medios 1.500 dólares australianos adicionales al año.
El mercado de la vivienda también ha registrado precios récord este año, impulsado por un aumento de los emigrantes y una oferta limitada, lo que ha disparado la riqueza de los propietarios.
Las expectativas del mercado de un recorte de tipos este año se han moderado, y la probabilidad de una flexibilización en diciembre ha caído al 80%, ya que las cifras de inflación de julio superaron ligeramente las previsiones.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.