En Pekín, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por estimular el gasto de los consumidores con medidas como la bajada de los tipos de interés, los hogares chinos siguen mostrando preferencia por el ahorro frente al gasto. Los datos del Banco Popular de China indican que los nuevos depósitos de los hogares alcanzaron los 9,27 billones de yuanes (1,3 billones de dólares) en el primer semestre del año, registrándose en junio un descenso del 22% respecto al año anterior.
El aumento de los depósitos de los hogares en yuanes en un 10,6% interanual en junio no se tradujo en un aumento del gasto de los consumidores, como indica el crecimiento más lento de lo esperado de las ventas al por menor. Las ventas al por menor en junio crecieron sólo un 2% en comparación con el mismo periodo del año anterior, marcando la expansión más débil en 18 meses.
Los analistas sugieren que la disminución del exceso de ahorro no se ha traducido en un impulso del consumo, ya que los hogares han optado por amortizar anticipadamente la deuda e invertir en productos de gestión del patrimonio. La reorientación del ahorro hacia este tipo de productos, que invierten en bonos, se ha debido en parte a los recortes de los tipos de depósito destinados a fomentar el gasto y el endeudamiento.
La cautela de los hogares chinos se atribuye a diversos factores, como la caída de los precios inmobiliarios, la inseguridad laboral y los elevados niveles de endeudamiento. Este comportamiento ha contribuido a la ralentización del crecimiento económico de China hasta el 4,7% en el segundo trimestre, por debajo del 5,3% del primer trimestre y el más débil desde principios de 2023.
Los datos de préstamos bancarios publicados la semana pasada también reflejan esta tendencia, con la demanda de préstamos tambaleándose y algunos indicadores clave alcanzando mínimos históricos. A pesar del potencial de los depósitos de los hogares para impulsar el crecimiento a largo plazo, los analistas recomiendan un mayor apoyo a los consumidores, especialmente teniendo en cuenta los riesgos del exceso de capacidad y las restricciones al comercio exterior.
Pekín ha intentado impulsar el consumo como parte de la estrategia de recuperación posterior a la crisis, centrándose en gran medida en el fortalecimiento de la industria manufacturera. Sin embargo, los depósitos en yuanes de los hogares alcanzaron la cifra récord de 146,3 billones de yuanes a finales de junio, y el total de depósitos en yuanes, incluidos los depósitos de hogares, empresas y gobiernos, ascendió a 295,7 billones de yuanes, superando con creces la capitalización bursátil de la bolsa continental y el producto interior bruto.
Los analistas de Maybank subrayan la importancia de abordar las causas profundas de la aversión al riesgo de los consumidores para fomentar el gasto, y piden soluciones estructurales para hacer frente a problemas fundamentales como la actual recesión inmobiliaria, la inestabilidad del mercado laboral, la insuficiencia de las redes de seguridad social y la elevada carga de la deuda.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.