Los mercados de bonos soberanos han venido mostrando signos de reacción a los acontecimientos políticos influidos por el ciclo electoral de este año. En Estados Unidos, la semana pasada se produjo un punto de inflexión cuando un debate televisado entre el presidente Joe Biden y su contrincante republicano, Donald Trump, provocó un cambio en los mercados de apuestas, que ahora favorecen a Trump como probable ganador de las elecciones presidenciales de noviembre.
Tras el debate y la sentencia del Tribunal Supremo sobre la inmunidad parcial de Trump, el ex presidente se ha convertido en el claro favorito, con más del 60% de posibilidades de recuperar la Casa Blanca, según varios sitios de apuestas.
Esto ha hecho que los mercados financieros consideren las posibles implicaciones económicas y fiscales de las promesas políticas de Trump, que incluyen la ampliación de los recortes de impuestos de 2017, la aplicación de severos aranceles a la importación y la reducción de la inmigración.
El mercado del Tesoro estadounidense ha sido el primero en responder esta semana, con un pronunciamiento observable de la curva de rendimientos. Este movimiento es notable dado el telón de fondo de desinflación y la anticipación de recortes de tipos de la Reserva Federal, tasados por los mercados de futuros en 90 puntos básicos durante el próximo año.
Morgan Stanley ha indicado que el cambio en las probabilidades hacia una presidencia de Trump es un catalizador significativo para los "empinadores de la curva" como una operación de renta fija. El banco de inversión sugiere que la curva de rendimiento podría empinarse independientemente de si hay un bloqueo político o una barrida republicana en el Congreso, lo que lleva a un escenario de "empinamiento alcista" o "empinamiento torcido".
La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) actualizó el mes pasado sus previsiones de déficit y deuda, proyectando que la deuda pública podría alcanzar los 50,7 billones de dólares a finales de 2034, lo que supondría el 122% del PIB, frente al nivel del 99% de este año. Estas cifras se basan en el supuesto de que los recortes de impuestos de Trump expirarán el próximo año como estaba previsto.
Al otro lado del Atlántico, los mercados de bonos franceses también están experimentando volatilidad en medio de unas elecciones parlamentarias que han visto un aumento del apoyo a los partidos políticos extremistas que abogan por un gasto fiscal adicional. Francia ya se enfrenta a déficits cercanos al 5% del PIB, por lo que la curva de rendimientos francesa de 2 a 30 años ha alcanzado su nivel más alto del año.
En Italia, el mercado de bonos ha seguido el ejemplo de Francia, con una pendiente similar de su curva de rendimientos. Mientras tanto, en el Reino Unido, a pesar de las garantías ofrecidas por el partido laborista de la oposición, la curva de rendimiento británica de 2 a 30 años se ha ampliado significativamente antes de las elecciones del jueves.
El Banco de Pagos Internacionales ha vuelto a subrayar los riesgos asociados a las posiciones fiscales descontroladas en todo el mundo, haciendo hincapié en la urgencia de la consolidación presupuestaria.
S&P Global expresó su escepticismo ante la posibilidad de que los gobiernos adopten medidas decisivas sin la presión de los mercados, especialmente en Estados Unidos, Italia y Francia, donde se requerirían mejoras significativas del saldo primario para estabilizar los niveles de deuda.
Dado que el panorama político sigue influyendo en los mercados financieros, la respuesta del mercado de bonos a los resultados de las elecciones sigue siendo un área clave de atención tanto para los inversores como para los responsables políticos.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.