El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que su administración está firmemente comprometida con el mantenimiento de la responsabilidad fiscal. En sus declaraciones, hizo hincapié en que, si bien el Gobierno mantendrá sus políticas de transferencia de efectivo, la adhesión a la disciplina fiscal sigue siendo una prioridad clave.
La afirmación se produce en un momento en que los activos brasileños han experimentado una venta masiva, provocada por la inquietud del mercado ante un posible deterioro fiscal. Los inversores se han mostrado recelosos debido a las vacilaciones del Gobierno a la hora de reducir el gasto, lo que ha arrojado dudas sobre su capacidad para eliminar el déficit primario en el año en curso.
El compromiso del Presidente Lula con la responsabilidad fiscal se considera un intento de tranquilizar a los mercados y a los inversores sobre la dedicación del Gobierno a la estabilidad económica y a las prácticas fiscales sostenibles. La declaración es particularmente significativa, ya que aborda la reciente inquietud entre los inversores en relación con la dirección económica de Brasil. Las palabras tranquilizadoras del Presidente ponen de relieve el equilibrio que su administración trata de mantener entre los programas de bienestar social y la necesidad de prudencia fiscal.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.