En Japón, la confianza de los grandes fabricantes alcanzó un máximo de más de dos años, mientras que el sentimiento del sector servicios disminuyó debido al aumento de los costes asociados a la debilidad del yen. Este contraste en el ánimo empresarial añade complejidad al panorama económico.
La encuesta tankan del Banco de Japón (BOJ) reveló el lunes que el índice de sentimiento general de los grandes fabricantes se situó en +13 en junio, un aumento desde el +11 de marzo, y ligeramente por encima de la expectativa de +12 del mercado. Se trata del nivel más alto desde marzo de 2022, y las mejoras se atribuyen a la recuperación de la producción automovilística y al éxito de las subidas de precios para compensar el encarecimiento de las materias primas.
Sin embargo, el sector servicios no compartió este optimismo, ya que los costes laborales y los elevados precios de los materiales importados lastraron el sentimiento. El índice de confianza de las grandes empresas no manufactureras bajó a +33 en junio desde +34 en marzo, el primer descenso en dos años, en línea con las previsiones del mercado.
De cara al futuro, los grandes fabricantes prevén una ligera mejora en los próximos tres meses, mientras que las empresas del sector servicios esperan que las condiciones se deterioren aún más debido a la presión del aumento de los costes sobre los márgenes de beneficio.
En otro orden de cosas, las revisiones imprevistas de los datos históricos del producto interior bruto (PIB) de Japón revelaron una contracción económica más profunda de lo que se había informado anteriormente.
Las cifras revisadas muestran que la economía se contrajo un 2,9% anualizado en el primer trimestre de 2024, un ajuste a la baja respecto a la estimación inicial de un descenso del 1,8%. Además, los datos del PIB para el tercer y cuarto trimestres de 2023 también se revisaron a la baja, principalmente debido a la corrección de los datos de pedidos de construcción anteriores.
Se espera que estas revisiones a la baja del PIB influyan en las próximas previsiones trimestrales de crecimiento y precios del Banco de Japón, que se anunciarán en la reunión de política monetaria prevista para los días 30 y 31 de julio. El banco central puso fin en marzo a ocho años de tipos de interés negativos, al ver al alcance de la mano la consecución sostenida de su objetivo de inflación del 2%.
A pesar de que la inflación se mantiene por encima del objetivo del 2% desde hace dos años, la inestable recuperación económica de Japón supone un reto para la trayectoria de subidas de tipos de interés del Banco de Japón. Las expectativas de inflación a largo plazo de las empresas han aumentado ligeramente: según la encuesta tankan, las empresas prevén que la inflación alcance el 2,3% dentro de tres años y el 2,2% dentro de cinco años.
El gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, ha declarado que se considerará la posibilidad de nuevas subidas de tipos si existen pruebas suficientes de que la inflación subyacente alcanzará de forma sistemática el objetivo del banco.
Los participantes en el mercado están divididos sobre la fecha en que el Banco de Japón volverá a subir los tipos desde los actuales niveles cercanos a cero, y algunos esperan una subida este año. Las señales económicas mixtas de la encuesta tankan y las revisiones del PIB contribuyen a la incertidumbre que rodea el momento de la próxima medida del Banco de Japón.
Reuters ha colaborado en la elaboración de este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.