En un informe reciente, S&P Global Ratings indica que es más probable que los países incumplan el pago de su deuda en moneda extranjera en la próxima década en comparación con años anteriores.
La previsión se atribuye al aumento de los niveles de deuda y de los costes de endeudamiento. Además, la agencia destacó que las calificaciones crediticias soberanas se han debilitado en todo el mundo en los últimos diez años.
El informe llega como un recordatorio aleccionador tras una serie de impagos de deuda soberana. A pesar de las declaraciones anteriores de los países acreedores más prósperos, que sugerían una disminución del riesgo de crisis de la deuda, el informe subraya la continua vulnerabilidad de las naciones a las dificultades financieras.
El organismo explicó que los problemas de liquidez, agravados por la disminución del acceso a la financiación y la aceleración de la fuga de capitales, suelen precipitar una crisis para los gobiernos.
La pandemia de COVID-19 en 2020 ejerció una presión significativa sobre las finanzas estatales, llevando a siete países al impago de su deuda en moneda extranjera, entre ellos Belice, Zambia, Ecuador, Argentina, Líbano y Surinam, que incurrió en dos impagos.
El posterior aumento de los precios de los alimentos y el combustible tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 añadió más tensión, lo que provocó el impago de otros ocho países en los dos años siguientes, entre ellos Ucrania y Rusia.
El análisis de S&P Global Ratings de los impagos de las dos últimas décadas revela que los países en desarrollo dependen cada vez más del endeudamiento público para atraer capital extranjero. Sin embargo, esta dependencia, combinada con unas políticas impredecibles, la falta de independencia del banco central y unos mercados de capitales locales subdesarrollados, conduce a menudo a dificultades de reembolso.
Según el informe, las reestructuraciones de la deuda tardan ahora más que en los años ochenta, lo que tiene importantes ramificaciones. Los impagos prolongados pueden tener consecuencias macroeconómicas más graves a largo plazo, aumentando la probabilidad de nuevos impagos.
Antes de un impago, los pagos de intereses en los países vulnerables suelen alcanzar o superar el 20% de los ingresos públicos, y estos países suelen experimentar recesión y altas tasas de inflación, que pueden afectar gravemente a sus poblaciones.
Las conclusiones de la agencia subrayan las importantes repercusiones económicas que los impagos soberanos pueden tener en el crecimiento económico, la inflación, los tipos de cambio y la solvencia financiera de una nación.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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