Un juez de Georgia ha dictaminado que los funcionarios electorales locales están obligados a certificar los resultados de las elecciones. La decisión, adoptada el 14 de octubre por el juez Robert McBurney, del Tribunal Superior del condado de Fulton, en Atlanta, supuso un alivio para los demócratas que habían expresado su preocupación por posibles alteraciones en el recuento de votos tras las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
La sentencia del juez McBurney respondía a una demanda presentada por Julie Adams, miembro republicano de la junta electoral del condado de Fulton. Adams había intentado establecer que podía ejercer su discreción para no certificar los resultados si creía que había problemas con el proceso electoral. El juez, sin embargo, denegó esta petición, haciendo hincapié en que los superintendentes electorales no tienen autoridad para actuar como investigadores o jueces en cuestiones de error o fraude, y por lo tanto no pueden negarse a certificar los resultados electorales basándose en determinaciones unilaterales.
El juez aclaró que, aunque los funcionarios locales deben registrar cualquier irregularidad, como discrepancias en el número de votos, su función no incluye retrasar el proceso de certificación. Por el contrario, deben informar de estas cuestiones a los fiscales, que pueden llevar a cabo nuevas investigaciones.
La sentencia tiene importantes implicaciones para la carrera presidencial, ya que Georgia es uno de los siete estados considerados cruciales para determinar el resultado de la contienda entre la candidata demócrata Kamala Harris y el candidato republicano Donald Trump. El caso refleja tensiones más amplias sobre la integridad electoral, con los republicanos presentando numerosas demandas encaminadas a depurar las listas de votantes y restringir el voto en el extranjero y por correo, alegando la necesidad de restaurar la integridad después de las elecciones de 2020. Los demócratas y los expertos jurídicos, por su parte, sostienen que estos esfuerzos están diseñados para sembrar dudas sobre el proceso electoral y preparar el terreno para impugnar una derrota de Trump.
La importancia de los funcionarios locales en el sistema electoral descentralizado de EE.UU. se ve subrayada por su responsabilidad en el recuento de los resultados dentro de sus distritos antes de que pueda producirse la certificación a nivel estatal. La sentencia del juez McBurney refuerza este proceso, garantizando que los funcionarios locales cumplan con su deber de certificar los resultados electorales con prontitud.
Julie Adams y su equipo jurídico no han respondido a la sentencia por el momento.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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