Wall Street dio muestras de resistencia el martes, cobrando impulso al interpretar los inversores la postura de la Reserva Federal como una señal positiva para el crecimiento económico estadounidense. La aparente disposición del banco central a reducir las medidas de flexibilización ha impulsado el ánimo de los mercados, a pesar de algunas dudas iniciales antes de la publicación anticipada de las actas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de septiembre. Durante esta reunión, los funcionarios habían adoptado un enfoque muy dovish con el objetivo de apoyar el funcionamiento continuado del mercado laboral estadounidense.
El optimismo estadounidense contrastó con la reacción a los anuncios económicos de China tras las vacaciones de la Semana Dorada. A pesar de que Pekín expresó su "plena confianza" en cumplir sus objetivos anuales de crecimiento, la falta de nuevas medidas fiscales más contundentes dejó a los inversores con las ganas, lo que provocó una caída del yuan. Sin embargo, la divisa logró recuperar terreno al final de la jornada.
Las acciones chinas, que inicialmente subieron a máximos de dos años tras las vacaciones, vieron disminuir sus ganancias cuando el planificador estatal del país no proporcionó los detalles esperados para mantener el optimismo del mercado. Esto provocó una caída de las acciones de Hong Kong, al disiparse el entusiasmo en torno a las posibles medidas de estímulo.
En otro orden de cosas, el fondo de cobertura Winton, con sede en Londres, experimentó importantes pérdidas en su estrategia en China, con una caída de más del 8% desde el 20 de septiembre, borrando todas sus ganancias del año, según los inversores y un récord de rentabilidad.
De cara al miércoles, la atención del mercado se centrará en la publicación del acta de la reunión de septiembre de la Reserva Federal, que se espera arroje luz sobre los debates en torno a lo que se percibía como un debilitamiento del mercado laboral. Sin embargo, la sorprendente fortaleza del informe de nóminas de septiembre publicado el viernes ha aliviado desde entonces esas preocupaciones, provocando una respuesta alcista en dos de las tres sesiones bursátiles estadounidenses posteriores.
En la actualidad, los operadores valoran en un 88% la posibilidad de un recorte de tipos de 25 puntos básicos en la reunión de noviembre del FOMC, con una probabilidad del 12% de que los tipos se mantengan sin cambios. A pesar de ello, los futuros de los fondos de la Fed indican una expectativa de hasta 50 puntos básicos de relajación para finales de año.
Los mercados estadounidenses también han estado pendientes de la escalada de tensiones en Oriente Próximo, ya que Israel intensifica sus acciones militares en Líbano contra Hezbolá y prosigue su conflicto con Hamás en Gaza. No obstante, este telón de fondo no impidió que el S&P 500 subiera un 1%, mientras que el Nasdaq registró un aumento aún mayor, de casi el 1,5%.
En el mercado de divisas, la actividad fue moderada en las zonas horarias estadounidenses, con los operadores pendientes de la publicación el jueves del índice de precios de consumo (IPC) de septiembre, que se erige como el indicador económico más crucial de la semana. El dólar avanzó ligeramente frente al yen y subió un 0,67% frente al yuan a última hora del martes. Mientras tanto, el rendimiento del Tesoro a 10 años se mantuvo por encima del 4% por segundo día consecutivo.
Entre los acontecimientos clave que podrían influir en la dirección del mercado el miércoles se incluyen los datos del IPC de Taiwán para septiembre, las reuniones del Banco de la Reserva de la India y del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, y las actas de la reunión de septiembre del Comité Federal de Mercado Abierto.
Reuters ha colaborado en la elaboración de este artículo.
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