En un hecho significativo dentro del gobierno brasileño, la policía federal ha acusado formalmente al ministro de Comunicaciones, Juscelino Filho, de corrupción pasiva y otros delitos penales. Filho, que forma parte del gabinete del presidente Luiz Inácio Lula da Silva desde enero de 2023, es el primer miembro del gabinete del actual gobierno de Lula acusado de tales cargos.
La investigación, que dio lugar a estas acusaciones, se centró en la presunta corrupción en la agencia de desarrollo vinculada al gobierno Codevasf, que opera en la región de Sao Francisco y Parnaiba, en el noreste de Brasil. Los hallazgos de la policía han implicado a Filho en una serie de delitos graves, como la aceptación de sobornos, el blanqueo de dinero y la participación en una organización criminal.
Filho, que es miembro del partido de centro-derecha Unión Brasileña y fue diputado en la Cámara Baja por el estado de Maranhao, ha negado todas las acusaciones y ha tachado la investigación de motivación política. El partido Unión Brasileña ha sido una parte crucial de la estrategia de Lula para ganar apoyos en el Congreso, donde sus aliados de izquierdas están actualmente en inferioridad numérica.
La conducta anterior del ministro ya había llamado la atención pública a principios de 2023, cuando fue criticado por utilizar un avión de las fuerzas aéreas para asistir a una subasta de caballos. A pesar de los llamamientos de algunos miembros del Partido de los Trabajadores de Lula y otros aliados para su destitución, el presidente Lula optó por mantener a Filho en su cargo ministerial en aquel momento.
Es importante señalar que, en Brasil, la policía puede formular acusaciones formales tras sus investigaciones, que luego pueden dar lugar a que los fiscales presenten cargos ante los tribunales. La oficina del Presidente Lula no ha dado ninguna respuesta inmediata a estos acontecimientos.
La acusación formal de Juscelino Filho marca un momento difícil para el presidente Lula, cuyos mandatos anteriores, de 2003 a 2010, también se vieron ensombrecidos por escándalos de corrupción. El propio Lula se enfrentó a la cárcel por cargos de corrupción en 2018, pero esas condenas fueron anuladas posteriormente por el Tribunal Supremo.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.