Por Laura Sánchez
Investing.com - El inversor multimillonario y vicepresidente de Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa), Charlie Munger, ha vuelto a hablar de la gestión de la riqueza y de las inversiones.
Lo ha hecho en la reunión anual del Daily Journal, el grupo mediático del que es director.
El que siempre ha sido mano derecha de Warren Buffet afirma que “el mundo no está impulsado por la codicia. Lo impulsa la envidia”.
Para Munger, el objetivo de acumular riqueza siempre ha sido asegurar su independencia y su libertad para hacer lo que quiera en los negocios y en la vida. Pero, según él, los inversores en general no comparten esta misma visión.
Munger, de 98 años, y con una fortuna estimada de 2.200 millones de dólares según Forbes, señala lo fácil que es que la gente tenga envidia. “No envidio a nadie. Me importa un carajo la riqueza que tengan los demás. Pero hay otras personas que se vuelven locas por esto”, apunta el multimillonario inversor, en declaraciones recogidas por CNBC.
Esta no es la primera vez que Munger se refiere a la envidia. En 2017, dijo en una entrevista que siempre trata de evitar los sentimientos de "envidia y celos" en los negocios. “Ese tipo de pensamientos pueden dañar tu carrera, porque es más probable que tomes decisiones sesgadas que podrían resultar mal”, afirmó.
En 2019, volvió a hablar en contra de la envidia y dijo que evitar la envidia es uno de los secretos "simples" para vivir una vida larga y feliz, según recoge CNBC.
De hecho, un estudio de 2018 recoge que las personas impulsadas por la envidia tienen más probabilidades de experimentar una peor salud mental y bienestar.
El auge de las redes sociales también ha sido criticado por alimentar los sentimientos de envidia y materialismo de las personas, al ofrecer constantemente ventanas a la vida de personas que tienen, o parecen tener, vidas particularmente lujosas.
La envidia simplemente está "integrada en la naturaleza de las cosas", dijo Munger en la reunión del Daily Journal. El multimillonario agregó que no puede entender por qué la gente de hoy no está más contenta con lo que tiene, especialmente en comparación con los tiempos difíciles que atravesaron las generaciones anteriores.