Por Laura Sánchez
Investing.com - Rusia dice que ordenó que los 117 millones de dólares en pagos de intereses que debía ayer miércoles se envíen a los inversores, en un intento de evitar su primer default internacional en más de un siglo. Pero aún no está fuera de peligro, según publica CNN.
Eso se debe a que los fondos que el país usó para pagar la deuda procedían de los activos extranjeros congelados de Rusia, sancionados por su ataque a Ucrania, por lo que no está claro si los inversores recibirán su dinero.
Anton Siluanov, ministro de Finanzas de Rusia, afirma en Russia Today (RT) que el país había cumplido con sus obligaciones con los acreedores. Pero la "posibilidad o imposibilidad de cumplir con nuestras obligaciones en moneda extranjera no depende de nosotros", dijo Siluanov, según RT, y advirtió que el pago podría no realizarse si Estados Unidos lo rechaza.
Si Estados Unidos bloqueaba el pago, Rusia dijo que intentaría pagar en rublos en lugar de dólares. Pero esa acción podría constituir un incumplimiento, afirmaba Fitch Ratings el martes.
Destaca la crisis en la que se encuentra Rusia: la nación tiene el dinero para pagar sus deudas. Simplemente no puede acceder a la mitad de esos fondos después de que Occidente impuso sanciones sin precedentes a sus reservas de divisas, por un total de alrededor de 315.000 millones de dólares, según Siluanov.
Si el Gobierno ruso incumple, las pérdidas de los inversores podrían comenzar a acumularse.
Los inversores occidentales están menos expuestos a Rusia de lo que solían estar. Las sanciones que siguieron a la anexión de Crimea en 2014 ya los alentaron a reducir su exposición. Pero las entidades rusas deben a los bancos internacionales unos 121.000 millones de dólares, según el Banco de Pagos Internacionales.
JPMorgan (NYSE:JPM) estima que Rusia tenía alrededor de 40.000 millones de dólares de deuda en moneda extranjera a finales del año pasado, con aproximadamente la mitad en manos de inversionistas extranjeros. Por lo tanto, un incumplimiento sería una mala noticia para Rusia, que tendrá que cumplir con sus obligaciones en su moneda prácticamente sin valor, sin acceso a financiamiento externo. Pero los mercados globales probablemente no se verán muy afectados.
Pronto vencen más pagos. Un pago mucho mayor de 2.000 millones de dólares programado para principios de abril podría crear dolores de cabeza aún mayores para Moscú.