Por Laura Sánchez
Investing.com - Es el dato del mes: el IPC de Estados Unidos correspondiente al mes de septiembre.
El consenso estimaba que la inflación se mantuviera al mismo nivel que en agosto, en el 5.3%. “Cualquier lectura que supere las expectativas del mercado provocará un nuevo repunte de la rentabilidad de los bonos a largo plazo y mucha tensión en las bolsas”, apuntan en Link Securities.
“El dato podría seguir confirmando que el techo de inflación ya lo habríamos visto”, señalan en Renta 4 (MC:RTA4).
“Este dato es importante porque será la cifra con la que la Reserva Federal estadounidense (Fed) defina definitivamente su estrategia de retirada. Si cumple las expectativas, el dato de IPC no será el motivo pero sí la llave que abra la puerta a los rebotes animados por los resultados empresariales”, reiteran en Bankinter (MC:BKT).
Por su parte, el enigmático inversor Nouriel Roubini, conocido como el “Dr. Doom” (Doctor Catástrofe) por prever el colapso hipotecario que provocó la crisis financiera de 2008, ha asegurado que la Fed puede tener dificultades para endurecer la política si el crecimiento se desacelera.
Y es que el dato de IPC es, junto con el informe de empleo, los dos termómetros de la Fed para medir el estado de salud de la economía norteamericana y, con ello, redefinir su estrategia de política monetaria.
"Van a debilitarse", apunta Roubini en una entrevista con Bloomberg TV recogida por Yahoo (NASDAQ:AABA) Finance. "Van a posponer cualquier finalización de la reducción de compras o el aumento de tipos", sentencia.
La estanflación, en la que el crecimiento se estanca mientras la inflación se recupera, persistirá "durante varios trimestres", señala Roubini.
La preocupación por la persistencia de la inflación ha aumentado a medida que aumentan los costos del petróleo, el carbón y el gas natural, lo que se suma a las presiones sobre los precios. Los cuellos de botella de la cadena de suministro y la escasez de mano de obra están impulsando un aumento significativo en la inflación subyacente y general y al mismo tiempo perjudicando el crecimiento económico, señala Roubini.
"Se ha convertido en un dilema muy difícil para los bancos centrales", apunta. Si el crecimiento se desacelera, la Fed "terminará siendo moderada", concluye Roubini.