Investing.com - El año que terminó no fue tan duro con el peso mexicano, se depreció solamente un 0.05%; sin embargo, el año 2019 presenta algunos retos que la moneda nacional tendrá que enfrentar, pero hay luz en el camino para recuperar terreno.
Por un lado, el Banco de México estima que las perspectivas de crecimiento económico por parte de organismos internacionales se han revisado a la baja, analistas consideran también que los factores externos tendrán un impacto en el peso.
De acuerdo con nuestra analista, Gabriela Siller, el 2019 el mercado seguirá monitoreando la guerra comercial entre Estados Unidos y China y evaluando el riesgo de una mayor desaceleración económica, lo que representa un riesgo para la estabilidad financiera de las economías emergentes más relevantes.
“Asimismo, se evaluará la rapidez con la que se apruebe en Estados Unidos el T-MEC, clave para que sigan creciendo las exportaciones mexicanas”.
De igual forma, Gabriela Siller considera que, de manera interna, los mercados seguirán de cerca las acciones del nuevo gobierno, en particular la ejecución del gasto durante los primeros seis meses del año, para ver si existe algún desvío con respecto a lo programado que justifique un llamado de atención de las agencias calificadoras.
A su vez, nuestro analista Guillermo Barba, estima que el dólar está perdiendo su influencia como moneda mundial, lo cual podría impactar en forma positiva al peso mexicano.
Lo anterior, debido a que, si bien, el dólar estadounidense aún constituye la mayoría de las reservas internacionales en el mundo, el porcentaje ha estado cayendo, de acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Los datos del FMI muestran que la proporción de las reservas asignadas en dólares estadounidenses se redujo a su mínimo desde el 61.27% en el cuarto trimestre de 2013. Es decir, la participación del dólar en las reservas internacionales que acumulan los bancos centrales están en mínimos de cinco años”.