(Actualiza con confirmación del Gobierno, citas)
SANTIAGO, 10 jun (Reuters) - La policía mexicana detuvo a uno de los presuntos autores del emblemático asesinato en 1991 del senador chileno Jaime Guzmán, quien era un aliado cercano del fallecido dictador Augusto Pinochet, confirmaron el sábado las autoridades del país sudamericano.
Raúl Escobar Poblete, entonces miembro del movimiento guerrillero Frente Patriótico Manuel Rodríguez y prófugo desde hacía dos décadas, es señalado por la justicia como uno de los ejecutores materiales del crimen del político conservador cuando el país recién regresaba a la democracia.
"El juez determinará una serie de procedimientos que son necesarios para que tenga lugar una petición de extradición", dijo a periodistas el ministro del Interior, Mario Fernández.
El ex combatiente mantiene una orden de detención pendiente por infracción a la Ley Antiterrorista de Chile, además de una serie de otros requerimientos por robo con fuerza, asociación ilícita, robo con intimidación y homicidio, según información del sitio en internet del medio chileno Canal 13.
Escobar, alias "comandante Emilio", estaba prófugo luego de que junto a otros guerrilleros se fugó en 1996 desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, en un espectacular escape en helicóptero.
El juez a cargo del caso, Mario Carroza, dijo que Escobar fue capturado por otro delito y que se enviaron registros de sus huellas a la policía mexicana para confirmar su identidad. También informó la detención en el sur de Chile de la pareja del "comandante Emilio", Marcela Mardones, quien también es vinculada a la muerte de Guzmán.
El partido Unión Democrática Independiente (UDI), fundado por Guzmán, ya anunció que solicitará al Gobierno chileno que se realicen las gestiones necesarias para la extradición de "Emilio".
Guzmán fue clave en la redacción de la Constitución de 1980, actualmente vigente, así como en otras leyes durante la dictadura militar. Bajo el régimen de Pinochet, más de 3.000 personas murieron o fueron desaparecidas y otras 28.000 fueron torturadas.
(Reporte de Felipe Iturrieta. Editado por Janisse Huambachano)