Por Marcelo Androetto
RÍO DE JANEIRO, 10 ago (Reuters) - Al igual que en la selección mayor, las imágenes de los festejos con medallas doradas van quedando lejos en el tiempo para el representativo olímpico argentino. La "albiceleste", campeona en Atenas 2004 y Pekín 2008, se despidió el miércoles de Río tras una gris actuación, un reflejo de su turbulento presente.
El 1-1 con Honduras en el estadio Mané Garrincha de Brasilia dejó fuera de carrera al conjunto del DT Julio Olarticoechea, que estaba obligado a ganar para meterse en cuartos, porque un empate clasificaba a los centroamericanos por mejor diferencia de gol. El equipo venía de caer 2-0 ante Portugal y ganarle ajustadamente 2-1 frente a Argelia.
"Estamos muy tristes, hemos llorado. El fútbol te da esto, alegrías y tristezas. Lo sentimos mucho. Somos argentinos y es la pasión que tenemos. Los chicos dejaron todo", declaró Olarticoechea, visiblemente acongojado por la eliminación.
Pese a buscar la victoria desde el primer minuto, la "albiceleste" fue cayendo presa del nerviosismo y las urgencias del reloj. Como había sucedido en partidos anteriores, también le faltó puntería.
Sobre el epílogo del primer tiempo, el arquero Gerónimo Rulli le detuvo un penal a Bryan Acosta, con lo que Argentina se fue al descanso con el ánimo en alza y la expectativa de alcanzar la victoria en el complemento. La mejor chance la tuvo Ángel Correa desde el punto del penal a los 54 minutos, pero desvió el remate. En cambio, Antony Lozano no falló a los 75.
Argentina tenía poco más de 15 minutos para marcar dos goles y así prolongar su estancia en Río. El empate llegó en el descuento por intermedio de Mauricio Martínez de tiro libre, pero los sudamericanos nunca lograron el 2-1 salvador.
Con la igualdad, ambos equipos quedaron con cuatro puntos en el Grupo D, pero Honduras festejó su pasaporte por diferencia de gol como escolta de Portugal, que se adueñó de la zona tras su empate 1-1 ante Argelia.
Para Argentina, en tanto, fue su primera eliminación en la fase inicial desde Tokio 1964.
La eliminación pone fin a un calvario para Argentina, que tuvo muchos problemas en la preparación debido a la negativa de los clubes a ceder jugadores, lo que generó la renuncia del entrenador Gerardo Martino semanas antes de los Juegos.
Olarticoechea asumió como DT por ser el único con contrato vigente en medio del caos absoluto de la asociación local, que en este momento se encuentra conducida por una comisión designada por la FIFA y con participación de la Conmebol.
"Hubiera sido lindo una final con Brasil, pero esto podía pasar", afirmó el entrenador, quien como antecedente inmediato tenía el haber dirigido la selección femenina de su país. En este caso, las buenas intenciones no alcanzaron.
Con Edgardo Bauza, recientemente designado como nuevo timonel de la selección mayor, Argentina encarará a partir de ahora una nueva etapa, tras haber desaprobado numerosas materias a nivel futbolístico-institucional en los exámenes que debió afrontar en los últimos tiempos.