El Banco Central de China está aplicando sutiles medidas para evitar que la divisa suba demasiado deprisa, en un cambio respecto a su esfuerzo de todo un año por sostener el yuan a la baja.
El yuan ha subido un 1,3% frente al dólar en agosto, borrando prácticamente las pérdidas del primer semestre. El viernes, se encaminaba a su quinta subida semanal consecutiva, marcando su racha ganadora más larga en más de tres años.
A pesar de que no han cambiado los problemas internos de China, como la atonía de la economía y la fuga de capitales, el yuan se ha visto reforzado por las expectativas de recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, que debilitan al dólar, y por la subida del yen japonés.
Las autoridades chinas están tomando medidas discretas para mitigar cualquier subida repentina del yuan que pudiera perturbar los mercados financieros locales y afectar negativamente a los exportadores. Estas medidas incluyen estudios de mercado para evaluar la presión y suavizar algunas normativas sobre las importaciones de oro y las posiciones comerciales en yuanes de determinados bancos.
El Banco Popular de China (PBOC) se muestra especialmente cauto debido a la acumulación de posiciones cortas especulativas en yuanes durante la caída constante de la divisa desde principios de 2023. Estas posiciones podrían deshacerse de forma desordenada si el yuan se apreciara rápidamente. Los analistas de Macquarie Group estiman que los exportadores y las empresas multinacionales han acumulado más de 500.000 millones de dólares en tenencias de divisas desde 2022.
Para calibrar el posible aumento de las compras de yuanes, la SAFE preguntó la semana pasada a los bancos sobre el ratio de conversión de divisas, según dos fuentes familiarizadas con el asunto. Liu Yang, director general del departamento de negocios del mercado financiero de Zheshang Development Group, destacó la importancia de la liquidación de divisas, señalando que las exportaciones son un motor crucial de la economía china.
Por otra parte, la directiva del año pasado que prohibía a los bancos mantener posiciones cortas en yuanes al final de una jornada de negociación se ha relajado para algunos bancos. Además, el PBOC ha concedido nuevas cuotas de importación de oro, que suelen restringirse cuando el yuan corre el riesgo de depreciarse.
Aunque estas medidas son sutiles, los analistas las interpretan como un intento de gestionar la volatilidad más que de bloquear la apreciación del yuan. Los participantes en el mercado están revisando sus previsiones sobre el yuan. Los analistas de BofA Securities predicen que el yuan seguirá debilitándose debido al escaso crecimiento y a la postura expansiva del PBOC, pero han ajustado su previsión de final de año a 7,38 por dólar desde los 7,45 previstos anteriormente. El yuan cotiza actualmente en torno a 7,14 por dólar.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.