Investing.com -- Los resultados de las elecciones estadounidenses podrían tener un impacto profundo en los mercados emergentes (ME), con las tensiones comerciales y los ajustes de divisas moldeando las perspectivas, según un informe reciente de Bank of America (NYSE:BAC) (BofA).
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Una de las principales preocupaciones es la posibilidad de que se reavive la guerra comercial entre EE. UU. y China, especialmente si Donald Trump obtiene la reelección.
"Si las tensiones comerciales se intensifican a corto plazo, es probable que veamos salidas de fondos de los mercados emergentes", alertan los estrategas de BofA, David Hauner y Claudio Piron.
Los analistas también destacan que muchos inversores aún no se han posicionado de manera clara frente al resultado electoral, debido a los niveles de incertidumbre y a la convicción "demasiado bajos".
"Nuestros clientes nos comentaron que estaban manejando niveles de riesgo muy bajos, pero que aún no se habían preparado para un escenario de guerra comercial", indicaron. En cambio, la mayoría ha adoptado estrategias de negociación centradas en vender las subidas del dólar estadounidense y comprar las caídas de las divisas emergentes.
Las implicaciones de un escenario de guerra comercial para los fundamentos de los mercados emergentes "deberían tomarse muy en serio", subrayan los estrategas, que añaden que "incluso las hipótesis conservadoras sobre los aranceles" podrían tener un impacto significativo en los tipos de cambio de equilibrio de los mercados emergentes.
Este escenario es particularmente relevante para Europa y el noreste asiático, donde la limitada capacidad fiscal restringe las opciones de estímulo económico. En países fiscalmente más vulnerables, como Brasil, un dólar más fuerte y un incremento en los tipos de interés podrían generar tensiones adicionales.
El equipo de Bank of America observa que el dólar estadounidense podría experimentar "una apreciación significativa" frente a las divisas de los mercados emergentes, lo que aumentaría la presión sobre los tipos de interés y los diferenciales de la deuda externa.
"Es probable que los mercados más abiertos al comercio registren peores resultados", apuntaron los estrategas. "Los tipos deberían terminar descendiendo, ya que el impacto del crecimiento prevalecerá sobre las fluctuaciones de las divisas, aunque aún es prematuro prever que el movimiento alcista se desinfle".
No obstante, BofA identifica oportunidades potenciales en mercados con credibilidad fiscal e inflación sólida, donde los recortes de tipos podrían resultar beneficiosos a medida que los desafíos del crecimiento comiencen a eclipsar las presiones cambiarias.
En los mercados emergentes asiáticos, gran parte del futuro depende de la respuesta de China. Se espera que las autoridades chinas prioricen la estabilidad de la moneda, especialmente si el par USD/CNH supera los 7,30. Sin embargo, Bank of America advierte que "esta tensión política podría frenar un posible rally en la renta variable, a menos que haya un impulso fiscal robusto".
La respuesta de China a los posibles aranceles será clave, estableciendo el tono para otras economías asiáticas y afectando sus políticas monetarias y comerciales.
Para las economías más pequeñas y abiertas de Asia, una política proteccionista estadounidense podría generar desafíos en dos frentes: la reducción de los volúmenes comerciales y las presiones inflacionarias derivadas de los aranceles. Esto podría alterar los ciclos de relajación en países como Corea, Indonesia y Tailandia. Irónicamente, los aranceles de EE.UU. podrían desencadenar una desinflación en toda Asia, ya que China redirigiría sus exportaciones hacia otros mercados emergentes. Esto provocaría "mayor tensión monetaria, ya que los bancos centrales asiáticos se verían presionados a reducir los tipos mientras disminuyen las exportaciones y la inflación, pero el USD se mantiene fuerte".
En general, BofA prevé que las divisas del noreste asiático, como el yuan, el won y el dólar taiwanés, podrían registrar peores desempeños que las de sus homólogas del sudeste asiático. Una excepción es el dólar de Singapur, que ha mantenido su fortaleza gracias a la credibilidad de su política y la afluencia de inversiones, aunque podría debilitarse si persiste el proteccionismo global.