por Michelle del Campo
(Actualiza con detalles)
Infosel, julio. 4.- Grupo AeroMéxico, la aerolínea insignia de México, y Delta Air Lines (NYSE:DAL), su socia y mayor accionista, iniciaron la defensa, ante las autoridades de Estados Unidos, del acuerdo de colaboración conjunta que tienen desde hace un par de años y que las ha perfilado como las principales operadoras de servicios aéreos transfronterizos.
Las compañías solicitaron al Department of Transportation o DOT, como se conoce al regulador del transporte estadounidense, eliminar una provisión --establecida en la autorización para su mayor integración-- que las llevaría a finales de 2021 a un nuevo proceso regulatorio para mantener vigente su acuerdo.
Las líneas aéreas consideran que la finalización de la autorización regulatoria, otorgada en 2016 y que tiene una vigencia de cinco años, generaría una disrupción comercial que podría dañar el interés común y los beneficios que su alianza ha generado en los últimos años, de acuerdo con una solicitud enviada al DOT ayer.
"La competencia en los mercados transfronterizos en general y en la Ciudad de México en particular ha sido sólida, y la participación de mercado combinada de las partes en esos mercados se ha reducido desde que se implementó el acuerdo conjunto de cooperación", agregaron las compañías en su solicitud.
Para ambas aerolíneas, el gobierno mexicano "ha adoptado importantes cambios legislativos y regulatorios que modifican sustancialmente los procedimientos de administración de slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), mejorando significativamente la previsibilidad y transparencia del proceso de asignación de slots desde 2016".
En 2017, Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) emitió una serie de medidas para transparentar y hacer más equitativa la asignación de posiciones de despegue y aterrizaje del aeropuerto capitalino, que generaron controversia con algunos organismos como la Asociación de Transporte Aéreo Internacional, o IATA por sus siglas en inglés, la entidad que representa los intereses de la industria aérea civil, un hecho que al parecer ahora podría resultar benéfico para los fines de AeroMéxico y Delta.
Incluso las compañías plantearon a DOT --en caso de considerar necesario mantener una revisión periódica al acuerdo-- la sustitución de la vigencia por un procedimiento periódico de autoevaluación similar al propuesto recientemente para la empresa conjunta planeada entre American Airlines y Quantas Airlines, las principales líneas aéreas de Estados Unidos y Australia, respectivamente, para operar un acuerdo para viajes entre esos dos países y Nueva Zelanda.
Las autoevaluaciones tomarían en cuenta los criterios establecidos previamente por las autoridades estadounidenses, para posteriormente ser revisados y tomar acciones en caso de ser necesario, explicaron las aerolíneas.
La vigencia de cinco años de inmunidad regulatoria fue una de las dos condiciones que las autoridades estadounidenses fijaron para avalar una mayor integración entre AeroMéxico y Delta, primero de manera provisoria en noviembre de 2016 y de forma definitiva un mes después.
El otro requisito para concretar la alianza fue que ambas empresas llevaran a cabo un proceso de desinversión de 24 slots ubicados en principalmente AICM -- y otros en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York--, ante preocupaciones del regulador por la posición privilegiada de AeroMéxico en la terminal aérea capitalina, donde tiene su mayor hub.
El proceso de desinversión de slots, que se realizó en dos fases, culminó poco más de dos años después, sobrepasando el tiempo establecido originalmente. No obstante, algunas aerolíneas declinaron su interés en acceder a estos espacios y otras, tras operarlos, decidieron devolver algunos.
Ejemplo de ello fue Volaris, la mayor aerolínea de bajo costo de México, que el mes pasado devolvió a Federal Aviation Administration (FAA), la dependencia gubernamental encargada de regular la aviación civil en de Estados Unidos, el par de slots del Aeropuerto John F. Kennedy que le fueron entregados en 2017.
Aunque en principio las aerolíneas consideraron excesivas las condiciones de DOT --especialmente al compararlas con las establecidas por su contraparte mexicana, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece)-- e incluso amagaron con reconsiderar continuar con sus planes, finalmente las aceptaron.
A partir de ello y pese a las dificultades para cumplir la condición de desinversión de slots, AeroMéxico y Delta han materializado los beneficios de su colaboración conjunta, que en mayo cumplió dos años de operación.
Muestra de ello es el traslado de más de 14.4 millones de pasajeros entre ambos países mediante la operación de mil 100 vuelos conjuntos a la semana; además de la apertura de ocho nuevas rutas y dos nuevos destinos conjuntos en México.
"AeroMéxico y Delta hicieron historia en la aviación de América Latina", dijo Nicolás Ferri, vicepresidente de Latinoamérica y alianzas en Américas de Delta, en una conferencia ofrecida en mayo para dar a conocer los resultados del acuerdo. "No podemos estar más contentos de lo que se ha logrado en los últimos dos años".
El acuerdo, en caso de que DOT rechace la solicitud de AeroMéxico y Delta, finalizaría el 21 de diciembre de 2021.
