El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS) anunció el miércoles que se prevé que el suministro de líquidos intravenosos (IV) sufra nuevas limitaciones debido al cierre de las instalaciones de Baxter International en North Cove (Carolina del Norte). El cierre, consecuencia del huracán Helene, ha suscitado preocupación por la ya tensa cadena de suministro de líquidos intravenosos.
Baxter, uno de los principales proveedores de fluidos intravenosos en Estados Unidos, ya había informado el 29 de septiembre de la interrupción de su producción debido a las inundaciones provocadas por el huracán. La empresa está colaborando con funcionarios del gobierno para evaluar los daños y tiene previsto restablecer las operaciones en la planta.
Desde el martes, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. ha detectado escasez en dos de las soluciones de dextrosa de Baxter, que se utilizan para tratar los niveles bajos de azúcar en sangre, así como en una solución salina. En respuesta a la posible crisis, el HHS está tomando medidas proactivas para reubicar los productos de fluidos intravenosos fuera de la trayectoria prevista del huracán Milton, que podría plantear amenazas adicionales a la cadena de suministro.
En un esfuerzo por aliviar el impacto en los proveedores de atención sanitaria y los pacientes, Baxter ha anunciado un aumento en la asignación de EE.UU. de sus fluidos IV más demandados. A partir de hoy, los clientes directos verán aumentada su asignación hasta el 60% desde el 40% anterior, y los distribuidores experimentarán un incremento hasta el 60% desde el 10%.
Baxter pretende reanudar la producción por etapas, con el objetivo de alcanzar una asignación del 90% al 100% para determinadas soluciones intravenosas a finales de 2024. Este enfoque por fases pretende devolver gradualmente el suministro a los niveles normales, garantizando que los hospitales y las clínicas reciban los fluidos esenciales necesarios para el cuidado de los pacientes.
Ante la actual escasez, la alemana Fresenius reveló el martes que está estudiando la forma de acelerar la puesta en marcha de nuevas líneas de producción de soluciones de infusión en sus instalaciones de Carolina del Norte. Esta medida forma parte de un esfuerzo más amplio del Ministerio de Sanidad estadounidense, que está trabajando con otros fabricantes nacionales de soluciones intravenosas para hacer frente a la escasez.
La situación sigue siendo una preocupación crítica para el sector sanitario, en el que tanto el gobierno como la industria buscan soluciones para mantener la disponibilidad de estos suministros médicos vitales.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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