por Ricardo Garduño Pacheco
Infosel, enero. 22.- Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta gracias a su negocios de internet englobados en la marca Amazon (NASDAQ:AMZN), recibió un video a través de la red social WhatsApp aparentemente amistoso en mayo de 2018, por parte del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman.
20 meses después, los diarios británicos The Guardian y Financial Times reportaron que existen sospechas sobre que dicho video contenía un archivo malicioso que roba información.
Es probable que Bezos, que hizo su fortuna a través de su tienda en línea, nunca se haya percatado del aparente hackeo a su teléfono, de no ser porque hace un año el semanario sensacionalista National Enquirer reveló una aventura extramarital del empresario con la presentadora de la cadena Fox Lauren Sanchez, un hecho que cuando menos apresuró el divorcio con su entonces esposa, Mackenzie Bezos.
Dicho reportaje incluía mensajes de texto que derivaron en una investigación forense a petición de Bezos que, de acuerdo con las fuentes consultadas por los diarios británicos, dicen es "altamente probable" que la fuga de información tuvo su raíz en el video de bin Salman.
"Grandes cantidades de datos se extrajeron del teléfono de Bezos en cuestión de horas, según una persona familiarizada con el asunto", escribió en su reportaje Stephanie Kirchgaessner, corresponsal en Washington para The Guardian, al tiempo que agregó que ni él ni la empresa para la que trabaja tienen conocimiento concreto de la información extraída.
Si bien parece no existir relación entre el miembro de la familia real saudita y el medio sensacionalista, es probable que el vínculo entre las partes sea la cobertura que The Washington Post y sobre todo Jamal Khashoggi, un columnista cuya cobertura sobre Arabia Saudita solía ser crítica con el propio Mohammed bin Salman y su política de represión en contra de sus críticos, lo que le habría irritado, de acuerdo con algunos disidentes y analistas consultados por The Guardian.
Khashoggi fue asesinado en la embajada de Arabia Saudita en Turquía a finales de 2018, cinco meses después de la aparente filtración, un hecho del cual el gobierno saudí se deslindó de lo que calificó una "operación ilegal".
De acuerdo con el diario Daily Beast, David Pecker, el director ejecutivo de la empresa propietaria de Enquirer y otras publicaciones similares, tiene una relación "cercana y bien documentada" con bin Salman, e incluso documenta reuniones entre los dos en Arabia Saudita.
De momento Arabia Saudita niega cualquier tipo de implicación en el espionaje al multimillonario estadounidense.
"Reportes recientes de medios que sugieren que el Reino está detrás de un hackeo del teléfono del señor Jeff Bezos son absurdos. Solicitamos una investigación sobre estos reclamos para que podamos tener todos los hechos", escribió en un tuit la embajada saudita en Estados Unidos.
Infosel, enero. 22.- Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta gracias a su negocios de internet englobados en la marca Amazon (NASDAQ:AMZN), recibió un video a través de la red social WhatsApp aparentemente amistoso en mayo de 2018, por parte del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman.
20 meses después, los diarios británicos The Guardian y Financial Times reportaron que existen sospechas sobre que dicho video contenía un archivo malicioso que roba información.
Es probable que Bezos, que hizo su fortuna a través de su tienda en línea, nunca se haya percatado del aparente hackeo a su teléfono, de no ser porque hace un año el semanario sensacionalista National Enquirer reveló una aventura extramarital del empresario con la presentadora de la cadena Fox Lauren Sanchez, un hecho que cuando menos apresuró el divorcio con su entonces esposa, Mackenzie Bezos.
Dicho reportaje incluía mensajes de texto que derivaron en una investigación forense a petición de Bezos que, de acuerdo con las fuentes consultadas por los diarios británicos, dicen es "altamente probable" que la fuga de información tuvo su raíz en el video de bin Salman.
"Grandes cantidades de datos se extrajeron del teléfono de Bezos en cuestión de horas, según una persona familiarizada con el asunto", escribió en su reportaje Stephanie Kirchgaessner, corresponsal en Washington para The Guardian, al tiempo que agregó que ni él ni la empresa para la que trabaja tienen conocimiento concreto de la información extraída.
Si bien parece no existir relación entre el miembro de la familia real saudita y el medio sensacionalista, es probable que el vínculo entre las partes sea la cobertura que The Washington Post y sobre todo Jamal Khashoggi, un columnista cuya cobertura sobre Arabia Saudita solía ser crítica con el propio Mohammed bin Salman y su política de represión en contra de sus críticos, lo que le habría irritado, de acuerdo con algunos disidentes y analistas consultados por The Guardian.
Khashoggi fue asesinado en la embajada de Arabia Saudita en Turquía a finales de 2018, cinco meses después de la aparente filtración, un hecho del cual el gobierno saudí se deslindó de lo que calificó una "operación ilegal".
De acuerdo con el diario Daily Beast, David Pecker, el director ejecutivo de la empresa propietaria de Enquirer y otras publicaciones similares, tiene una relación "cercana y bien documentada" con bin Salman, e incluso documenta reuniones entre los dos en Arabia Saudita.
De momento Arabia Saudita niega cualquier tipo de implicación en el espionaje al multimillonario estadounidense.
"Reportes recientes de medios que sugieren que el Reino está detrás de un hackeo del teléfono del señor Jeff Bezos son absurdos. Solicitamos una investigación sobre estos reclamos para que podamos tener todos los hechos", escribió en un tuit la embajada saudita en Estados Unidos.