Por Philip Blenkinsop
BRUSELAS (Reuters) - La Comisión Europea lanzó el miércoles una renovación de su política comercial diseñada para conectar con un público más escéptico y para finalizar más acuerdos de libre comercio, especialmente para reanimar las negociaciones con Estados Unidos.
La estrategia para hacer la normativa de comercio más efectiva, transparente y anclada en valores como el desarrollo sostenible o los derechos humanos es una respuesta a las encendidas protestas contra el plan para un acuerdo comercial transatlántico entre la UE y Estados Unidos (TTIP, por su sigla en inglés).
En la última protesta, al menos 150.000 personas marcharon por Berlín el sábado contra el TTIP, argumentando que es antidemocrático y que rebajará la seguridad alimenticia y el estándar laboral y medioambiental.
"Hemos escuchado el debate", dijo en un comunicado la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstrom.
Los europeos, dijo, saben que el comercio puede atraer más empleo y crecimiento, pero no quieren comprometer los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la regulación y servicios públicos de alta calidad. También quieren saber más sobre las negociaciones.
La nueva norma estaría dirigida a asegurar que el comercio produzca beneficios económicos, incluidas las pequeñas empresas, y conllevaría que se publicasen textos de las negociaciones, como se ha hecho con el TTIP, además de incluir normas contra la corrupción y estipulaciones sobre los estándares laborales en los acuerdos de comercio.
La Comisión Europea, que es responsable de la política comercial de la Unión Europea, dará prioridad a la finalización de los acuerdos de libre comercio con Estados Unidos y Japón y de un acuerdo de inversión con China.
La Comisión está cada vez bajo más presión después de que 12 países del Pacífico, entre ellos Estado Unidos y Japón, lograsen un acuerdo para liberalizar el comercio recientemente.
La nueva estrategia buscará actualizar los acuerdos existentes con México y Chile y la unión aduanera con Turquía, además de abrir la puerta a negociar con países de la región Asia-Pacífico, como Australia, Nueva Zelanda, Filipinas e Indonesia.
"Esto incluye específicamente solicitar un mandato de los estados miembros de la UE para negociar tratados de libre comercio con Australia y Nueva Zelanda", dijo la Comisión.