por Francisco Delgado Castillo
Infosel, octubre. 10.- Central de Corretaje (Cencor), firma impulsora y propietaria de la Bolsa Institucional de Valores (Biva), anunció el regreso de Fernando Pérez Saldívar, quien lideró el proceso de puesta en marcha de la joven bolsa de valores, a su equipo directivo, para dirigir otro de sus grandes proyectos: volverse pública.
La compañía, con una larga trayectoria en el corretaje de bonos, tipos de cambio y productos derivados, nombró a Pérez titular de la recién creada dirección corporativa, para que lleve a cabo los esfuerzos de fortalecimiento de estructura corporativa e institucionalización, dio a conocer a través de un comunicado.
"En Cencor estamos muy contentos por tener nuevamente a Fernando como director del grupo", escribió en el comunicado Santiago Urquiza, presidente de la financiera. "Su reconocimiento y experiencia dentro del sector, sin duda inyecta una gran solidez a la compañía".
En su nuevo puesto, Pérez tendrá bajo su responsabilidad las direcciones de finanzas, tecnología y capital humano, además de la gerencia de planeación, señaló la empresa.
El nuevo directivo ocupó la dirección general de Biva, la segunda bolsa de valores del país, desde que inició sus trámites de autorización, en 2015, hasta que comenzó operaciones, en 2018, para ser relevado por María Ariza, sin dejar de lado sus encargos como consejero y miembro del comité de listado de la bolsa de valores.
El potencial listado de Cencor, una idea que ya había esbozado Urquiza previo a la puesta en marcha del competidor de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), llega en un momento en que las ofertas públicas iniciales dejaron de aterrizar en México, lo que los expertos no ven que termine pronto.
Si bien, hay trámites en el tintero como los de Fibra Orión, Bricks Acquisition Company o Fibra Infraestructura México, ninguna se ha animado a dar el paso y parece que ninguna lo hará mientras la economía local, así como la global, continúen dando malas señales.
El anuncio de Cencor también va de la mano con uno de los objetivos que marcó como beneficio de tener una segunda bolsa en México: elevar el históricamente bajo tamaño del mercado de valores mexicanos, atrayendo inversionistas y empresas.
Claro que aún faltan casi tres años para que se materialicen los planes de la firma de llegar al mercado de capitales, pero con un mercado cada vez más incierto, puede que se convierta en un potencial catalizador del regreso de las ofertas públicas iniciales.