por Patricia Guerrero Medina
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Infosel, julio. 2.- Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa productiva del Estado encargada de la generación y distribución de energía eléctrica en México, defendió los procesos de arbitraje que inició contra las empresas operadoras de siete ductos de gas natural la semana pasada, lo que le generó numerosas críticas entre la iniciativa privada y especialistas del sector.
Las acciones fueron una respuesta a las medidas que las compañías tomaron contra CFE, que desde el inicio de la actual administración hizo pública su intención de modificar algunas cláusulas de los contratos que consideró abusivas, para lo que incluso estableció negociaciones con las constructoras a partir de febrero.
"En esas pláticas acordaron los transportistas que estaban dispuestos a la renegociación de los contratos", dijo Manuel Bartlett, director general de CFE, en conferencia de prensa. "Sin embargo, y esto es importante, pese a la buena voluntad de ambos, las empresas tomaron algunas determinaciones previas".
Ejemplo de ello fue la empresa energética de origen mexicano Fermaca, que promovió un recurso legal que bloqueó la ejecución de la carta de crédito establecida como garantía en uno de sus contratos; algo similar a lo que recurrió con TC Energy, la empresa canadiense de energía antes conocida como TransCanada, que evitó el uso de la garantía de uno de sus contratos, valuada en 450 millones de dólares, por parte de CFE.
Infraestructura Energética Nova (IEnova), la mayor empresa de transporte energético de México, también recurrió a medidas similares, de acuerdo con Bartlett Díaz, quien no precisó el momento exacto en que las empresas emprendieron sus respectivas acciones legales.
"Si nosotros vamos a iniciar una negociación de buena fe, como está establecido, pues no podemos seguirlo haciendo si nos van a seguir cobrando estas cantidades que equivalen al pago del ducto mismo", apuntó el director de CFE en la conferencia.
Claro que las empresas involucradas discreparon de la postura de CFE. Tal es el caso de IEnova, que negó la existencia de algún arbitraje contra la empresa estatal posterior a las negociaciones entabladas con la dirigencia de la empresa de energía en febrero.
"Existe un arbitraje iniciado el 15 de febrero de 2018, durante la administración anterior, para aclarar la interpretación de una cláusula del contrato del gasoducto Guaymas-El Oro", dijo la empresa, filial de la estadounidense Sempra Energy (NYSE:SRE), en un comunicado posterior a la conferencia de CFE.
Fermaca y TC Energy, que también fueron consultadas para conocer sus puntos de vista, no han ofrecido un posicionamiento hasta el momento.
IEnova y Grupo Carso, el mayor conglomerado del país y propiedad del empresario Carlos Slim, dieron a conocer la semana pasada que recibieron solicitudes de arbitraje para modificar los contratos de algunos de sus ductos.
En el caso de IEnova, se trató del ducto Sur de Texas-Tuxpan, operado por la sociedad conformada con TC Energy y que lleva por nombre Infraestructura Marina del Golfo (IMG); mientras que el de Carso es el conocido como Samalayuca-Sásabe.
Además, CFE inició formalmente los procesos de arbitraje, ante las cortes de arbitraje de Londres y París, de los gasoductos Guaymas-El Oro, que firmó con Gasoducto de Aguaprieta, subsidiaria de IEnova; Tula-Villa de Reyes y Tuxpan-Tula, ambos establecidos con Transportadora de Gas Natural de la Huasteca, empresa de TC Energy; así como Villa de Reyes-Aguascalientes y La Laguna-Aguascalientes, operados por subsidiarias de Fermaca.
Para CFE, la clave de las negociaciones radican en la cláusula conocida como take or pay, que garantiza el pago de una cuota mensual a quien suministra bienes o servicios, independientemente de si éstos se entregan, y que se relaciona con retrasos en causas de fuerza mayor.
La decisión, no obstante, prendió las alertas para los empresarios nacionales y extranjeros, que a través de organismos como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) o US Chamber of Commerce, una organización que vela por los intereses de más de tres millones de empresarios estadounidenses, pidieron a la empresa estatal reconsiderar su decisión.
El freno a los ductos, especialmente del Sur de Texas-Tuxpan, cuya construcción fue concluida por IEnova y TC Energy en junio y está a la espera de una constancia de CFE para operar, representa un riesgo para la industria en momentos de existe escasez de gas natural en algunas regiones del país, de acuerdo con los empresarios.
Para Bartlett, sin embargo, las críticas de la iniciativa privada evidencian su desconocimiento de la situación y a su entender, responden a una campaña contra la empresa del Estado.
"¿Ahora qué quieren las cámaras? Que no defendamos, que empiece a fluir el gas que no es de ellos, es de la CFE. ¿Qué quieren? que aceptemos medidas que no convienen a esta empresa que les da la electricidad a ellos, y a millones de mexicanos dentro del Estado de derecho", dijo el directivo al tiempo que descartó la entrada de operación del ducto hasta que concluya la renegociación de los contratos o bien, hasta que termine el proceso de arbitraje --en el que demanda el pago de 899 millones de dólares--, algo que parece no sucederá en el corto plazo.
Pese a ello, el directivo dijo que la empresa estatal está dispuesta a continuar las negociaciones con las empresas, para lo que incluso ya estableció un calendario de pláticas introductorias que inició ayer con la reunión que entabló con directivos de Fermaca.
Para hoy está prevista la reunión con directivos de TC Energy y el viernes hará lo propio con IEnova e Infraestructura Marina del Golfo; mientras que para el 8 de julio está previsto el encuentro con Grupo Carso.