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Por Bruno Federowski
SAO PAULO, 31 ago (Reuters) - La tasa de desempleo de Brasil bajó más de lo esperado en los tres meses a julio, mostraron el jueves datos oficiales, en la señal más reciente de un repunte en la economía tras un año de recesión.
No obstante, la recuperación se debió fundamentalmente a un aumento del empleo en negro, lo que extiende una tendencia que probablemente limitará la presión inflacionaria que podría causar un mercado laboral sólido.
La tasa de desempleo de Brasil BRPNAD=ECI cayó a 12,8 por ciento en el trimestre a julio, dijo el jueves el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), desde un 13,6 por ciento registrado en los tres meses a abril.
El mercado proyectaba que la tasa de desempleo se ubicara en un 13,0 por ciento, según la mediana de los pronósticos de analistas consultados en un sondeo de Reuters. Fue el cuarto mes consecutivo que el dato de desempleo contradice las estimaciones.
La recesión más dura en un siglo en la principal economía de Latinoamérica llevó el nivel de desocupación a un récord del 13,7 por ciento en el primer trimestre del 2017.
El reciente repunte en el empleo se suma a una serie de datos económicos mejores a lo esperado, como el de ventas minoristas y el de la actividad económica, que han llevado a varios pronosticadores a elevar el panorama de crecimiento de Brasil para el 2017.
"En general, el mercado laboral se estabilizó antes de lo previsto, y la dinámica reciente del empleo y el salario real es alentadora", escribió el economista de Goldman Sachs (NYSE:GS) Alberto Ramos en un reporte.
La cantidad de desocupados en Brasil bajó a 13,3 millones desde 14 millones, sobre todo por un incremento del 4,6 por ciento en el número de trabajadores "informales". Los empleados "en negro" evitan fuertes cargas impositivas en sus salarios, pero carecen de licencias por maternidad, vacaciones pagadas y otros beneficios del sistema de seguridad social.
Por lo tanto, la mejora más rápida de lo previsto en el mercado laboral probablemente no sumará mucha presión inflacionaria inmediata. El índice de precios se mantiene en mínimos de 18 años, lo que ha permitido al banco central recortar las tasas de interés a su nivel más bajo desde 2013, en un intento por impulsar a la frágil economía.
(Editado en español por Janisse Huambachano y Ana Laura Mitidieri)