CrowdStrike, una destacada empresa de ciberseguridad, se enfrenta a acciones legales por parte de sus accionistas tras una interrupción masiva del software que se produjo el 19 de julio. El fallo, que afectó a más de 8 millones de ordenadores en todo el mundo, interrumpió servicios en varios sectores, como aerolíneas, bancos, hospitales y servicios de emergencia.
La demanda colectiva se presentó en el tribunal federal de Austin (Texas) el martes por la noche, alegando que CrowdStrike había engañado a sus accionistas al no revelar adecuadamente los riesgos potenciales asociados a sus procedimientos de prueba de software. Los demandantes afirman que la empresa dio falsas garantías sobre la fiabilidad de su tecnología, que se demostraron infundadas cuando la actualización defectuosa del software provocó la interrupción mundial.
Tras el incidente, el valor de mercado de CrowdStrike se desplomó en 25.000 millones de dólares en un lapso de 12 días, y el precio de sus acciones cayó un 32%. Este importante descenso se produjo cuando el impacto de la interrupción se hizo evidente, y el CEO de CrowdStrike, George Kurtz, fue citado a declarar ante el Congreso de Estados Unidos. Además, Delta Air Lines, una de las compañías afectadas, habría contratado los servicios del prestigioso abogado David Boies para reclamar daños y perjuicios.
La demanda hace referencia a declaraciones anteriores, incluida una de una conferencia telefónica del 5 de marzo en la que Kurtz describió el software de CrowdStrike como "validado, probado y certificado". En respuesta a la acción legal, CrowdStrike emitió un comunicado el miércoles, afirmando que el caso carece de fundamento y que la compañía tiene la intención de defenderse enérgicamente. La demanda, encabezada por la Asociación de Jubilación del Condado de Plymouth de Massachusetts, busca daños no especificados para los inversores que poseían acciones de clase A de CrowdStrike entre el 29 de noviembre de 2023 y el 29 de julio de 2024.
El consejero delegado de Delta, Ed Bastian, reveló el miércoles que la interrupción había costado a la aerolínea aproximadamente 500 millones de dólares debido a la pérdida de ingresos y a los gastos relacionados con el alojamiento de los pasajeros varados.
Este desafío legal llega en un momento en el que es habitual que los accionistas demanden a las empresas después de que acontecimientos inesperados provoquen una caída de las cotizaciones bursátiles. Con la posibilidad de nuevas demandas, los problemas legales de CrowdStrike pueden estar lejos de terminar.
El miércoles, las acciones de CrowdStrike cerraron a 231,96 dólares, 1,69 dólares menos que el día anterior, y significativamente por debajo del precio de cierre de 343,05 dólares del día anterior a la interrupción. El caso, presentado como Plymouth County Retirement Association v CrowdStrike Inc et al, está en curso en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Oeste de Texas, bajo el número de caso 24-00857.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.