SANTIAGO, 15 jun (Reuters) - Dos mineros chilenos cumplieron el jueves una semana desaparecidos tras la inundación de un pequeño yacimiento en el sur del país, lo que obligaba a extremar las labores para determinar si los hombres sobrevivieron, en medio de adversas condiciones climáticas.
Pese a los esfuerzos, la nieve caída en los últimos días y las gélidas aguas de la laguna colindante han complicado las tareas de rescate en la faena de oro y plata de propiedad de Mandalay Resources MND.TO . El hecho evoca el milagroso rescate de 33 mineros atrapados durante casi tres meses en 2010.
Los trabajadores, identificados como Jorge Sánchez y Enrique Ojeda, quedaron atrapados después de que el segundo tramo de la mina Delia, que forma parte del complejo Cerro Bayo de Mandalay, en la región de Aysén, resultó inundado tras un derrumbe.
La ministra de Minería, Aurora Williams, dijo que se trasladaron un conjunto de recursos a la remota zona, como maquinaría de sondajes, un robot submarino y especialistas, mientras las familias y compañeros aguardan esperanzados por noticias de los afectados.
"Hay un amplio contingente de expertos en sondaje, en manejo de agua, en búsqueda de personas y seguridad que está trabajando las 24 horas () en una zona bajo difíciles condiciones climáticas y de suelo", dijo a periodistas Williams, quien lidera en terreno las labores de búsqueda.
Los trabajos se enfocan en construir un dique para evacuar el agua de la mina y en hacer contacto con un refugio de seguridad a unos 200 metros de profundidad, el único lugar donde se cree podrían estar con vida.
Pero la presencia de agua y sedimentos ha dificultado las tareas. El primer sondaje falló en su objetivo mientras que una segunda perforación avanza y se alista una tercera.
"Aquí no es fácil. Estamos en una zona de relleno de 40 a 50 metros de sedimentos y eso hace que obviamente los sondajes pierdan la dirección", dijo Felipe Matthews, uno de los especialistas que lideró el rescate de los 33 mineros.
Las perforaciones apuntan al refugio ubicado a unos 50 metros de donde ocurrió el derrumbe. Pese a que se desconoce si los mineros llegaron a ese lugar tras la inundación, especialistas dicen que si están ahí contarían con alimentos y agua para sobrevivir varios días. Pero la humedad, el frío o una eventual hipotermia dificultan aún más un rescate. (Reporte de Antonio De la Jara)