MADRID, 31 dic (Reuters) - El Ibex-35 cerró con pérdidas la última sesión de 2020, con los pocos inversores presentes en el parqué el día de Nochevieja recogiendo los beneficios de las últimas sesiones. El selectivo mantuvo los 8.000 puntos en un año que pocos echarán de menos y que en la bolsa española se recordará por el hachazo de la pandemia a los sectores financiero y turístico, pero también por el golpe sobre la mesa de valores como Cellnex (MC:CLNX) y de energías renovables.
En el conjunto del año, el Ibex-35 acumuló una pérdida del 15% que, pese a borrar por completo lo ganado en el año anterior, todavía dista de la histórica caída sufrida en 2008, cuando el estallido de la crisis del euro hundió el índice un 40%.
El año de la pandemia ha estado marcado por altibajos, pero los planes de ayuda pública, la abundancia de liquidez barata y, en su último tramo, el anuncio de las primeras vacunas contra el coronavirus y la resolución del Brexit fueron decisivos para remontar un ejercicio bursátil que podría haber sido aún más catastrófico.
Pero pese al mejor clima bursátil en la segunda parte del año, el coronavirus ha dejado claros perdedores.
Las acciones del preponderante sector bancario acapararon las mayores pérdidas al unirse a los desafíos ya existentes (tipos de interés ultrabajos) la evolución de una crisis sanitaria que amenaza con una nueva ola de morosidad cuando la banca apenas se había saneado de la última crisis financiera. La ronda de consolidación del último trimestre no bastó para enjugar las pérdidas.
Destacó la fuerte caída de Sabadell (MC:SABE), del 66% en un año en que se apostó por fuerza por su fusión con BBVA (MC:BBVA) antes de que las conversaciones entre ambas entidades fracasaran en noviembre.
La entidad con sede en Bilbao fue precisamente el banco menos castigado del índice, acumulando una caída del 18,5% tras los ingresos conseguidos con su salida de EEUU. Bankia (MC:BKIA) y Caixabank (MC:CABK), cuyo noviazgo sí fructificó, bajaron ambas más del 24% y Bankinter (MC:BKT) perdió el 33%.
La otra gran víctima de la pandemia fue el sector vinculado al turismo y los viajes, fatalmente afectado por las restricciones al tráfico de personas impuestas en gran parte del globo: el holding de aerolíneas angloespañol IAG (MC:ICAG) destacó con una fuerte pérdida anual del 63%, el segundo valor del índice más castigado en el ejercicio, mientras que el grupo hotelero Meliá (MC:MEL) acusó la fuerte caída en el número de huéspedes y se dejó un 27%.
También fueron notables las caídas en los valores ligados al sector inmobiliario, que sufrieron la práctica paralización de su actividad durante las semanas más duras del confinamiento en España: Merlin Properties (MC:MRL) acumuló una caída de casi el 40%, mientras que Inmobiliaria Colonial (MC:COL) se dejó un 30%.
Entre los pocos que consiguieron acabar el año con la cabeza fuera del agua destacaron los valores de los sectores de las energías renovables y las telecomunicaciones.
Solaria (MC:SLRS) debutó en el Ibex-35 con una remontada del 250% y Siemens Gamesa (MC:SGREN) la secundó con una fuerte revalorización del 112% en el conjunto del año, mientras que Iberdrola (MC:IBE), de perfil defensivo por su negocio y su rentabilidad por dividendo, capeó con soltura la marejada del coronavirus cerrando el ejercicio con una subida acumulada del 33%.
También fue un buen año para el grupo de torres de telecomunicaciones Cellnex, que volvió a ser uno de los mejores valorados con una subida anual del 38%.
Finalmente, también destacó el buen desempeño de Pharma Mar (MC:PHMR), que se estrenó en el principal selectivo bursátil español con una revalorización del 66% en un año de buena fortuna para el sector farmacéutico.
(Información de Darío Fernández; editado por Jose Elías Rodríguez)