En el mercado bursátil chino se ha observado un cambio significativo en el sentimiento de los inversores, ya que los particulares están desplazando cada vez más sus fondos de la renta fija y los depósitos a la renta variable.
Este movimiento se ve impulsado por una serie de medidas de estímulo anunciadas por el Gobierno, como recortes de los tipos de interés y una importante inyección de capital para reforzar los precios de las acciones.
El índice CSI300 experimentó la semana pasada un notable repunte del 16%, su mayor subida desde 1998, tras el anuncio del gobierno de una iniciativa de 114.000 millones de dólares para apoyar el mercado.
Inversores como Darren Wang, un oficinista de 30 años, han recurrido a las acciones, a menudo utilizando dinero prestado, con la creencia de que la renta variable es el camino más viable hacia la riqueza en la actual coyuntura económica.
Esta fiebre bursátil contrasta con el periodo de tres años de bajo rendimiento que afectó a las acciones chinas mientras el país se enfrentaba a retos económicos y a una crisis de deuda en el sector inmobiliario.
A pesar de la falta de certeza de que las políticas vayan a resolver de raíz los problemas económicos de larga data, los inversores se están subiendo a la ola del optimismo. Wen Hao, gestor de una startup tecnológica, comparó el impulso actual con la racha alcista de 2015, anticipando importantes inversiones respaldadas por el Estado en el mercado bursátil. El banco central ha presentado un programa de swaps por valor de 500.000 millones de yuanes (71.300 millones de dólares) para financiar compras de acciones, con planes de ampliar esta iniciativa.
El lunes, el índice CSI300 continuó su ascenso, subiendo más de un 8%, mientras que las acciones de Shanghai aumentaron más de un 7% y las de Shenzhen más de un 10%. El volumen de negocios combinado de 2,6 billones de yuanes superó los niveles registrados durante la carrera alcista de la década anterior. Un gestor de fondos de cobertura, que prefirió permanecer en el anonimato, atribuyó el actual repunte al apoyo estatal más que a los fundamentos macroeconómicos o empresariales.
En un editorial, el China Securities Journal afirmaba que la revitalización del mercado bursátil y el aumento de la confianza de los inversores son fundamentales para la recuperación económica del país. Las agencias de valores están experimentando un aumento de la actividad, con una afluencia de clientes deseosos de abrir cuentas e informarse sobre la financiación de márgenes. Por ejemplo, Guotai Junan Securities ha tenido que contratar personal adicional para gestionar el aumento de aperturas de cuentas, especialmente en previsión de las próximas vacaciones de la semana dorada del Día Nacional.
La demanda de acciones ha sido tan alta que incluso los servicios de compensación permanecieron operativos durante el fin de semana para aprobar nuevas cuentas. Sin embargo, esta oleada también ha provocado retrasos en las transacciones, lo que ha llevado a la bolsa de Shanghai a realizar pruebas de fiabilidad de la red.
El desplazamiento de los bonos a las acciones es evidente, ya que los futuros de los bonos del Tesoro chino a 30 años cayeron a su nivel más bajo en dos meses, tras una caída del 3,6% la semana pasada. Zhao Jian, del Atlantis Finance Research Institute, señaló que se están desplazando billones desde los productos de renta fija a la renta variable, una tendencia que, en su opinión, continuará a pesar del riesgo de que los inversores sufran pérdidas cuando el mercado acabe corrigiendo.
A pesar del entusiasmo del mercado, algunos inversores como Wu Jie mantienen la cautela, reconociendo los retos persistentes de la economía, pero también la posibilidad de que el repunte continúe. Wu mantiene efectivo a mano, listo para invertir si se produce una corrección significativa del mercado. El tipo de cambio se sitúa en 1 $ por 7,0125 yuanes chinos renminbi.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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