Por Laura Sánchez
Investing.com - Desde la semana pasada, cuando la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dejó abierta la puerta a subidas de tipos de interés más acentuadas dependiendo de cómo evolucione la inflación, el miedo ha vuelto a los mercados.
Los inversores ya esperan la subida de 50 puntos básicos de tipos de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense (Fed) esta semana, y no se descarta que también el organismos norteamericano se vuelva más hawkish, sobre todo después de conocer el dato de inflación en Estados Unidos el pasado viernes, más alto de lo esperado.
El sector bancario es uno de los más penalizados este lunes. El índice bancario europeo se deja de media un 3%, con Bank of Ireland (IR:BIRG) (-7%), Intesa Sanpaolo (BIT:ISP) y Banco Sabadell (BME:SABE) (-4%), Crédit Agricole (EPA:CAGR) (-3%), Bankinter (BME:BKT), BNP Paribas (EPA:BNPP), Société Générale (EPA:SOGN), ING Groep (AS:INGA) o Banco Santander (BME:SAN) (-3%), liderando las caídas.
“Es cierto que un entorno de tipos de interés al alza debería ser considerado como un factor positivo para la banca, ya que a mayor tipo de interés, mayores rentabilidades. Sin embargo, cuando las subidas de tipos de interés pueden provocar un frenazo importante en el crecimiento económico, como es el caso en estos momentos, y eso puede traducirse en un periodo de estanflación en la economía, entonces la situación ya no es tan buena para los bancos”, señala Sergio Ávila, analista de IG.
“Un periodo de menor crecimiento y/o crisis económica se traduce en menos proyectos de inversión por parte de las empresas y en menos concesión de créditos tanto en hipotecas como al consumo”, añade este experto.
Por otra parte, según destaca Ávila, “un entorno de subidas de tipos de interés puede provocar en Europa una fragmentación de la deuda, esto es, que los países más endeudados (periféricos, como España, Portugal, Italia y Grecia) podrían tener problemas para hacer frente a sus obligaciones una vez el BCE deje de comprar la deuda de estos países, afectando y causando problemas al sector financiero de estos países”.
“Además, los bancos españoles tienen un riesgo adicional que es la exposición a mercados emergentes donde pueden sufrir efectos negativos por la volatilidad de sus divisas. La prima de riesgo de España se sitúa en los 129 puntos”, concluye el analista de IG.