por Patricia Guerrero Medina
(Amplía con detalles)
Infosel, septiembre. 3.- Emirates Airline, la línea aérea bandera de Emiratos Árabes Unidos, tomó ventaja de Grupo AeroMéxio, la principal aerolínea del país, en la disputa que sostienen desde el año pasado por la operación de una nueva ruta que conectará a Ciudad de México con Dubái, con una escala en Barcelona.
Las autoridades del Aeropuerto de Ciudad de México (AICM) asignaron a la aerolínea emiratí un espacio de aterrizaje y despegue, o slot, para operar su nueva ruta entre el 9 de diciembre y el 28 de marzo de 2020, es decir, la temporada de invierno, una de las más fuertes para la industria aérea.
Con ello, la firma de Medio Oriente podrá operar diario su vuelo 255 con horario de aterrizaje en Ciudad de México programado para las 16:15 horas; mientras que el vuelo 256, el de regreso, despegará de la terminal aérea capitalina a las 19:40 horas locales, de acuerdo con lo publicado por la subgerencia de asignación de slots del AICM.
Emirates, que utilizará aeronaves Boeing (NYSE:BA) 777-200 con capacidad para 266 pasajeros, aún no ha hecho una declaración pública sobre la asignación de espacios en la terminal aérea capitalina, pero en su portal de internet ya anuncia la nueva ruta bajo la leyenda "Vuele desde Ciudad de México a Barcelona y Dubái a partir del 9 de diciembre".
El meollo de la discordia entre las dos líneas aéreas, que inició el año pasado, es la operación con quintas libertades --la posibilidad para las aerolíneas de recoger pasajeros en el aeropuerto de un país que no es el mismo de su procedencia ni el de su destino final-- concedidas a Emirates.
AeroMéxico, que ha promovido recursos legales en contra de la operación de la aerolínea emiratí e implementado medidas para reforzar la operación de su ruta directa entre Ciudad de México y Barcelona, no respondió a una solicitud de Infosel para conocer su postura sobre la asignación de los espacios.
Quien sí reaccionó fue la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), que agrupa principalmente a los trabajadores de AeroMéxico.
Para los pilotos, la operación de la aerolínea emiratí en la terminal capitalina es en detrimento de las compañías nacionales, ya que por cada ruta nacional que cierra se genera una pérdida de entre 600 y 800 empleos.
"En ASPA no nos oponemos a la llegada de esta aerolínea, pero desde su base en Dubái", dijo en un comunicado el sindicato que también agrupa a los pilotos de la aerolínea regional Aeromar y a la extinta Mexicana de Aviación. "El mercado México-España corresponde únicamente a las aerolíneas de estos países".
ASPA ya había expresado antes su inconformidad bajo el argumento de competencia desleal --con señalamientos de supuestos subsidios gubernamentales-- y por la prohibición a sus trabajadores de asociarse libremente para formar sindicatos.
La compañía rechazó esas acusaciones asegurando que desde su creación, en 1985, hace pública su información financiera de manera anual y en ella es posible constatar que no recibe subsidio alguno.
Claro que, si bien la asignación de slots en el AICM pone en ventaja a Emirates en la disputa con AeroMéxico --que apenas la semana pasada escaló el tono de sus declaraciones--, no representa una victoria definitiva para la compañía árabe.
La firma aún requiere la autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil, la autoridad mexicana en materia aérea, para comenzar a operar.
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