por Michelle del Campo
Infosel, noviembre. 19.- Autoridades de sanidad agroalimentaria de Estados Unidos reforzará los controles a la importación de tomates y pimientos (peppers) provenientes de México, Israel y Países Bajos, para prevenir la introducción del Tomato brown rugose fruit virus o ToBRFV (virus rugoso café del tomate), en línea la solicitud realizada el mes pasado por las autoridades agrícolas del estado de Florida.
Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS), un organismo dependiente del Departamento de Agricultura (USDA por sus siglas en inglés), emitió una orden federal para imponer a partir del 22 de noviembre como condición para la importación la inspección en el punto de origen de todos los cargamentos de estas hortalizas susceptibles a exportación, para garantizar que estén libres de síntomas; además de que serán a su vez revisados en los puertos estadounidenses por parte de Customs and Border Protection (CBP), dijo el organismo, en un comunicado.
APHIS "está tomando medidas inmediatas para evitar la introducción del virus en Estados Unidos y proteger la producción de tomate y pimiento nacional por un valor de más de dos mil 300 millones anuales", agregó APHIS en el comunicado. "El virus. . . puede causar pérdidas severas de cultivos de tomates y pimientos. Se propaga fácilmente mediante el uso de herramientas, manos y contacto de planta a planta contaminados".
La medida también considera las mismas condiciones para los jitomates y pimientos que México exporta a Estados Unidos a través de Canadá.
A inicios de octubre, autoridades agrícolas del estado de Florida emitieron una alerta al respecto de un virus encontrado en tomates importados desde México, que señalaron podría afectar los cultivos de este fruto en varios estados de Estados Unidos, por lo que urgieron la intervención de USDA.
ToBRFV, identificado por primera vez en Israel en 2014, afecta plantaciones de tomates y chile, así como en algunos cultivos ornamentales y malezas, causándoles rugosidades marrones y lesiones necróticas.
El año pasado, tras identificar ToBRFV en algunos sitios de producción en México, en el estado de Michoacán, la Secretaría de Agricultura y de Desarrollo Rural (Seder) la calificó como una plaga no cuarentenaria reglamentada --es decir, afecta el uso previsto para las plantas-- para México con potencial de ocasionar pérdidas económicas en los cultivos de solanáceas.
La alerta de las autoridades se da unos meses después de que, a solicitud de productores de ese estado, el Departamento de Comercio de Estados Unidos negoció con agricultores mexicanos un acuerdo de suspensión de una investigación antidumping, a cambio de una inspección de 92% de las cargas de tomate que pretenda introducirse a su país.
Actualmente USDA diseña un mecanismo para realizar estas inspecciones de manera eficiente, con miras a que sean completadas en un máximo de 24 horas, antes las preocupaciones de distribuidores y compradores de que las revisiones puedan genera cuellos de botella, problemas de suministro y afectaciones en la calidad del producto.