Fisker, una empresa emergente de vehículos eléctricos, ha obtenido la aprobación judicial de su plan de liquidación por quiebra. Este paso se produce después de que se alcanzara un acuerdo crítico en relación con el apoyo tecnológico a los vehículos, que facilitó la venta por 46 millones de dólares de su inventario restante de aproximadamente 3.000 SUV Ocean.
La aprobación fue concedida por el Juez de Quiebras de EE.UU. Thomas Horan durante una vista judicial en Wilmington, Delaware. Esta decisión permite a Fisker iniciar el reembolso a sus acreedores utilizando los activos sobrantes tras la venta de su flota de vehículos.
El camino de Fisker hacia la quiebra comenzó en junio, cuando no logró cerrar una asociación con Nissan para la producción de sus vehículos eléctricos. La empresa se enfrentó a graves problemas de liquidez durante las negociaciones, lo que provocó el cese de la producción de vehículos y los consiguientes despidos.
Optando por la liquidación, Fisker vendió el resto de su flota de vehículos a American Lease y transfirió su propiedad intelectual a sus acreedores. Sin embargo, a principios de esta semana surgió un problema cuando American Lease reconoció que Fisker no podría trasladar datos esenciales y servicios de apoyo a nuevos servidores bajo el control del comprador. Estos datos son cruciales para las actualizaciones de software, las revisiones de diagnóstico y el acceso remoto al vehículo.
Para superar este obstáculo, American Lease acordó un pago adicional de 2,5 millones de dólares durante un periodo de cinco años para la continuación de los servicios de soporte técnico. Esta resolución no sólo facilita la venta, sino que también resuelve las preocupaciones de otros propietarios de Fisker Ocean respecto a la futura funcionalidad de sus vehículos tras el cierre del servidor.
El mercado de los vehículos eléctricos ha sido muy competitivo, y varias empresas como Proterra, Lordstown y Electric Last Mile Solutions se han declarado en quiebra en los dos últimos años. Estas empresas han luchado contra una demanda decreciente, dificultades de financiación y problemas operativos agravados por las interrupciones de la cadena de suministro mundial.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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