Industriales: estímulos fiscales podrían ser el arma para afrontar una recesión

Por Patricia Guerrero Medina

Infosel, marzo. 20.- El golpe que la pandemia de coronavirus (covid-19) genera ya en la economía mundial revivió los temores de una recesión, escenario del cual México no será la excepción.

La incertidumbre prendió los focos rojos entre el empresariado mexicano desde los primeros días en que la situación comenzó a agravarse, por lo que delinearon algunas estrategias que, a su consideración, debe seguir la administración federal de forma inmediata para aminorar el efecto negativo de la pandemia, aunque también podrían tener sus efectos negativos sobre las finanzas públicas en un momento en que muestran debilidad.

Ejemplo de la sugerencias empresariales es el decálogo lanzado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el organismo interlocutor del sector privado con el gobierno, en el que destacan puntos como la presentación inmediata del plan de inversiones privadas en el sector energético, el cual está pendiente desde los primeros meses de este año.

"Creemos que todas estas medidas ayudarán a contener los efectos económicos de la pandemia que enfrentamos y contribuirán a conservar el empleo y dar liquidez a personas y empresas, para crear las condiciones de recuperación de crecimiento económico", dijo el CCE, como también se conoce al organismo, en un comunicado.

El aseguramiento de liquidez en el mercado financiero; descartar el objetivo de lograr 1% del producto interno bruto de superávit primario; el respeto a las reglas para invertir; el aceleramiento del pago a proveedores de empresas estatales como Comisión Federal de Electricidad y Pemex, y la deducción inmediata de inversiones hechas por las empresas durante todo el ejercicio fiscal de este año, son otras de las propuestas hechas.

Las medidas también plantean la posibilidad de que el gobierno mexicano otorgue apoyos fiscales a las empresas para que estas puedan otorgarles a los afectados un salario de subsistencia en un escenario más que probable de ajuste de las plantillas laborales.

El panorama que prevén los empresarios para la economía es poco favorable y los analistas parecen confirmarlo, comparándolo con el decrecimiento que vivió el país en 2009.

Bank of America (NYSE:BAC) Merril Lynch (Bofa) estimó en un reporte que el producto interno bruto del país sufrirá una contracción de 4.5% este año, en comparación con 2019, debido a las menores expectativas de crecimiento global y de la economía de Estados Unidos, el principal socio comercial de México; por lo que la administración federal se verá obligada a tomar medidas fiscales y monetarias para hacer frente a la desaceleración.

De hecho, algunos de los planteamientos hechos por el organismo que preside Carlos Salazar Lomelín ya son atendidos por el gobierno en turno, quien hace unos días envió a la Cámara de Diputados una iniciativa para la creación de un fondo de emergencia por hasta 180 mil 733 millones de pesos (siete mil 521 millones de dólares) para usarlo en un escenario adverso, como el actual.

La creación del fondo, que aún está pendiente de ser avalado en el Senado de la República, llevaría al gobierno mexicano a no contar con un superávit primario al cierre de este año, ya que ese balance positivo se utilizaría para la reactivación de la economía.

Pero el decálogo del CCE no es la única propuesta de la Iniciativa privada. Previo, los industriales del país representados en Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), plantearon otras medidas aplicables a ese sector, que podría contraerse hasta 3.5% ante los efectos que las medidas para contener la pandemia --encerrona, aislamiento y cierre de centros de trabajo-- están teniendo ya en las cadenas de suministro.

"Hoy, de nueva cuenta, ahora debido a la pandemia del covid-19 que nos empieza a afectar, estamos a prueba. Lo estamos en el triple ámbito de la protección de la salud de toda la población, en el de la protección de nuestra economía y en el de la atención de un estado de inquietud que tiende a generalizarse y que hay que contrarrestar", dijo Francisco Cervantes Díaz, presidente del organismo, en una carta dirigida al presidente, Andrés Manuel López Obrador.

Para ello, los industriales plantearon la creación y firma de un acuerdo nacional en el que se contemplen las políticas fiscales, de regulación y compras de gobierno, de gasto público y monetarias a seguir, como la reducción a cero del impuesto sobre la nómina para preservar el empleo y la deducibilidad de la totalidad de las prestaciones laborales.

Entre las propuestas figura la condonación de impuestos de ejercicios fiscales de 2018 y anteriores para las empresas que cumplan con su declaración en tiempo y forma para este año, así como la eliminación de cualquier tipo de presión fiscal para las compañías de la industria.

Claro que la aplicación de este tipo de medidas no son bien vistas por todos, iniciando por el propio presidente López Obrador, quien ha descartado el incremento de impuestos, aunque tampoco contempla condonaciones u otro tipo de estímulos.

"Reducción de impuestos no, pero sí garantizar que no va a haber aumentos de nada en impuestos ni impuestos nuevos", dijo el mandatario en su habitual conferencia matutina. "Eso sí, mantener la misma política fiscal, no como antes también, que había una crisis y a aumentar los impuestos".

López Obrador dijo ayer que su gobierno cuenta con un plan de acción para la preservación de sus programas sociales, con los que espera contrarrestar el efecto negativo de la pandemia, incluyendo la dispersión de 40 mil millones de pesos, o mil 664 millones de dólares, en apoyos para adultos mayores de forma anticipada.